La comisión de investigación sobre el Air Canadá revisa un caso calcado de reventón en 2013
La comisión de investigación que está analizando los detalles del incidente con el avión de Air Canadá revisa un caso prácticamente igual al que mantuvo en tensión a España el pasado lunes. El origen del incidente fue una pieza metálica que quedó atrapada en la rueda.
Mismo modelo de avión, mismo aeropuerto, misma pista, mismo tren de aterrizaje averiado por el reventón de una rueda. A los veteranos de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC) que analizan lo ocurrido con el Air Canadá el pasado lunes se les vino a la mente otro caso sucedido en diciembre de 2013. Un incidente cuyas conclusiones están siendo revisadas estos días para determinar si lo que le ocurrió al Boeing 767 de Air Canada pudo tener el mismo origen.
El caso de 2013 tuvo como protagonista a un Boeing 767-300 de la compañía estadounidense Delta Air Lines. Al igual que el de Air Canadá, el Delta se encontraba despegando de la T-4 para realizar un vuelo transatlántico hasta Nueva York cuando detectaron que algo no iba bien en el tren de aterrizaje.
Un fuerte estruendo alertó a la tripulación de que una rueda derecha del tren principal -en el de Canadá fue en la izquierda- había explotado. El reventón provocó que varias piezas saliesen proyectadas con gran fuerza contra el fuselaje y las alas. En el caso del Air Canadá, las piezas golpearon y dañaron el motor. En el del Delta, la afectada fue el ala y el sistema hidráulico.
La aeronave estadounidense tuvo que pasar una hora volando en los cielos de Madrid a la espera de recibir permiso para aterrizar de emergencia. Cuando recibió luz verde de la torre de Barajas, tomó tierra en la pista 32L de la Terminal 4. La misma que usó el Air Canadá averiado el lunes.
En el caso del Delta Air Lines de 2013, el aterrizaje fue mucho más brusco que el del Air Canadá: el Boeing acabó fuera de la pista y derribó varias balizas, dejándola inservible por un tiempo.
Una pieza de metal
Lo más significativo del caso, explican fuentes de este organismo consultadas por OKDIARIO, son las conclusiones de la larga investigación que realizó la CIAIAC: el origen de todo el incidente fue una pequeña pieza metálica que destrozó la rueda del tren de aterrizaje y provocó el resto de daños.
Esa pieza, según concluyó la CIAIAC, había quedado atrapada por olvido bajo la goma durante el proceso de recauchutado al que se somete periódicamente a los neumáticos. Después de cierto estrés de la pieza, la goma terminó reventando.
Las conclusiones no fueron compartidas por la aerolínea operadora del avión, que siguió defendiendo que no tuvo ninguna relación con el incidente y que este se debió a la presencia de la pieza metálica en la pista de Barajas.
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