Red de Liderazgo Femenino de MAPFRE

La ciencia española tiene que sentarse a hablar con inversores porque es mercado y es futuro

La ciencia española tiene que sentarse a hablar con inversores porque es mercado y es futuro

La V edición de Conversaciones para el Liderazgo sobre Mujer, Ciencia y Salud, una iniciativa impulsada por la Red de Liderazgo Femenino de MAPFRE en España con el objetivo de debatir sobre el papel de la mujer en distintos ámbitos, reunió a María Neira, directora de Salud Pública y Medio Ambiente de la OMS; a Rosa Menéndez, presidenta del CSIC, y a Patricia Fernández De Lis, periodista y divulgadora científica, moderadas por Francisco J. Marco, consejero, director general de Soporte a Negocio de MAPFRE y médico de formación.

Al inicio del evento, Marco señaló que MAPFRE se ha volcado para paliar los efectos de la pandemia, dedicando más de 45 millones de euros en ayudas para millones de personas en el mundo, así como el compromiso pleno de la compañía con la promoción del talento.

En la charla, que contó con voces de peso en varios sectores, se llegaron a algunas conclusiones interesantes alrededor de las trayectorias profesionales de las mujeres y la brecha femenina en el ámbito laboral. Por ello, en esta línea, los testimonios se centraron en las oportunidades laborales y, a veces, la dificultades para encontrarlas.

Neira, que fue de las primeras en tomar la palabra, ha señalado que «hay que saber extraer lo mejor de las bifurcaciones que trae el camino en la vida». En esta linea, además, confesó que su trayectoria es fruto de “circunstancias, porque tomas decisiones. Nada sustituye a una mente abierta a alternativas, a no cerrarse».

Por eso, ha explicado, «vas aceptando ciertos retos y que no habías pensado. En Naciones Unidas eres más privilegiada, porque se da mucha importancia al cierre de brechas. En África, Asia y Latinoamérica he visto dificultades tremendas, he trabajado mundos muy masculinos donde las niñas no tenían las posibilidades que he tenido yo.

Por esta razón, ha subrayado, «cuando hablo con las mujeres, les digo: ‘No aceptéis que nadie os diga hasta dónde podéis llegar’. Lo podéis todo. En la parte de liderazgo hay que dar muchos pasos».  Por su parte, Menéndez, ha señalado que «muchas actuaciones no me las he planteado, he trabajado mucho, con apertura de mente. Fui de las primeras doctoras que se marchó a Inglaterra y eso fue una cura de humildad, ya que en España no éramos menos inteligentes».

Y ha relatado: «Me sirvió para valorar lo que había tenido, de hecho, me dio una seguridad tremenda. No noté ningún tipo de discriminación por el hecho de ser mujer, pero tengo que admitir que accedí a trabajar en la Comisión –presidió la Asociación Europea de Materiales de Carbono– gracias a las cuotas. Trabajaba una semana fuera de España y si decía que tenía dos hijos, pensaban: ‘Estarás divorciada’. Todo lo que he hecho lo he disfrutado. Las dificultades se olvidan»

F. De Lis, dedicada a los medios de comunicación, ha relatado que «el periodismo está muy feminizado, no me he encontrado muchos problemas. Pero desde el principio mi orientación fue hacia el periodismo tecnológico, económico y científico». Por ello, ha subrayado, «he estado dándole vueltas y creo me he encontrado con algún problema por ser mujer. Eso sí, veo un cambio, ya que cada vez hablo con más mujeres, entrevisto a más mujeres. A veces tenemos experiencias en las que nos hacemos de menos, nos ponemos obstáculos en nuestras propias carreras. A veces, las barreras nos las autoimponemos».

La gestión de la pandemia y la fatiga humana

Otra de las conclusiones han versado alrededor de la gestión de la pandemia y la fatiga humana que muchas personas han sufrido en estos momentos complicados. F. de Lis, por ejemplo, ha comentado que «ha sido el peor año de mi vida. Tuvimos que hacer un periódico online, en remoto, con información compleja, cambiante, terrorífica…». A todo ello, ha relatado en estas conversaciones, «los periódicos no quieren incertidumbre y, sin embargo, hemos tenido poquísimas certezas, ha sido un año extraordinariamente complejo. En ciencia se trabaja con papers, al principio nos llegaban estudios en estado puro y era difícil trasladarlos a los lectores. El CSIC y la OMS nos han ayudado muchísimo».

Menéndez, en la misma línea, ha detallado que ante su equipo y competencias se han llevado a cabo retos de gran envergadura. «Hemos tenido retos como el de coordinar 120 centros, teletrabajo, el máximo rigor en temas de seguridad». Y ha añadido, orgullosa, que «el esfuerzo se hizo con el coronavirus, reaccionamos en una semana, contactamos con virólogos, como Luis Enjuanes y Mariano Esteban, para que pusieran de la forma más rápida su experiencia dentro de una plataforma de salud global, coordinada por Margarita Del Val».

De este modo, ha concluido Menéndez desde el CSIC, «tuvimos productos en el mercado, analizamos la presencia del virus en el aire, en las aguas, la secuenciación genómica… Este nivel de esfuerzo no se puede mantener porque humanamente no resistes».

La generosidad intelectual y humana de los científicos

Neira, por último, ha compartido sus sensaciones personales: «Sentía la responsabilidad, los ojos rojos por el cansancio, el sentimiento de impotencia. No os podéis imaginar cómo fue en la OMS, convertida en centro de operaciones, pero que tiene un equipo muy fuerte al frente de Emergencias. Yo tenía tres obsesiones: proporción, balance y contexto».

En la organización internacional, ha determinado en su intervención Neira, «tenemos un gran poder de convocatoria, podemos trabajar con los mejores. Por ello, no cabe duda, agradezco la generosidad intelectual y humana del CSIC y de los centros nacionales en el mundo. ¿A cuántos científicos habremos llamado a las tres de la madrugada, las nueve en Ginebra? En ningún momento pusieron excusas. Ahora tenemos que poner nuestra atención en el factor humano».

Por último, además, y en pleno proceso de vacunación en todo el mundo, también se trató el reparto de las vacunas y las desigualdades alrededor de las mismas en varias partes del mundo. «Estamos hablando desde el CSIC con la OMS para dejar alguna de nuestras vacunas a otros países. Pensamos siempre en África y Latinoamérica, países a los que por proximidad histórica y en esta situación no podemos dejar así».

Cree, además, que «no podemos extraer lecciones como si la próxima pandemia fuera a ser como ésta. Hay que tener una plataforma amplia para anticipar cualquier tipo de situación viral y que el científico salga del rol que se autoadjudica».

Otro de los fenómenos que se han dado durante la pandemia ha sido el altísimo consumo de información que se ha producido. El duro confinamiento, así como la sed de saber qué ocurría. F. de Lis cree, y así lo ha expuesto, que en estos momentos «hemos visto lo mejor y lo peor del ser humano, pero también hemos visto cosas maravillosas. Me sorprende que haya vacunas para nosotros en los países ricos y no se haya resuelto la paz mental en otros países como América Latina o África».

Ha explicado, además desde el prisma más informativo, que «hubo momento de gran confusión en el que lideres políticos y económicos contribuyeron a la difusión de fake news. Es fundamental una colaboración estrecha entre periodistas, ciencia y gestores sanitarios porque es la  única manera de luchar contra las noticias falsas es colaborar y no volver a aislarnos».

En definitiva, y como conclusiones extraídas de estas conversaciones, Menéndez ha destacado que «la ciencia de España es conocida, está reconocida y, además, está bien posicionada a nivel internacional». Por ello, y en la misma línea, Neira ha subrayado la importancia de que los españoles saquemos pecho por un país de diez: «Tenemos que creérnoslo un poco más como españoles. A veces me toman el pelo los franceses con su queso ‘Caprice des Dieux’ que, ya saben, significa Capricho de los Dioses’, que suena tan diferente al queso asturiano ‘Afuega’l Pitu’ que, traducido al español, significa ‘Ahogar al pollo’».

Otro de los aspectos sobre los que se puso el foco fue la necesidad de que las instituciones públicas colaboren con las grandes compañías para impactar de forma positiva en la sociedad donde operan. En este sentido, Ménendez ha alertado de que «se pierden muchos resultados, mucha semilla. Es decir, si alguien estuviera dispuesto a invertir para pasar de la fase de prototipo lo tendríamos mejor. No olvidemos, además, que la ciencia es la industria del futuro. El CISC es el organismo que más patentes ha sacado el año pasado (más de 100), pero nos falta ese empujón.

María Neira cree, además, que en este momento también es importante promocionar la ciencia española, por ello, ha recomendado «poner a hablar a inversores con científicos cada tres meses, ya que la ciencia también es mercado y es futuro. Nos vamos a recuperar en verde y en positivo”.

F. de Lis, por su parte, espera que «hayamos aprendido una lección, la ciencia salva vidas y nos proporciona un futuro. Hace años no sabíamos que existía y hoy la mayoría estamos vacunados. No sé si somos conscientes de lo que hemos pasado, así como de lo privilegiados que somos». Menéndez, para terminar, puso el foco sobre la educación: «Hay que aportar por ella y también por la cultura. Sólo una sociedad con buena educación tiene capacidad de discernir y este país necesita más cultura científica, ahí es donde entramos, sin duda, las mujeres».

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