Repasamos los 3 pilares de la temporada 9 de ‘The Walking Dead’

La temporada 9 ha sido la menos vista de la historia de la serie, pero ha sido una buena temporada

16 capítulos sostenidos en tres pilares fundamentales

Las claves de la temporada 9 de The Walking Dead
Las claves de la temporada 9 de The Walking Dead

La novena temporada de ‘The Walking Dead’ ha concluido, y ha concluido siendo la menos vista desde que la ficción de AMC se populariza. No es un hecho extraño teniendo en cuenta que las dos anteriores temporadas fueron un desastre. También en cuanto a audiencia, pero sobre todo en cuanto a trama y desarrollo.

Esta nueva entrega, que ha contado con 16 capítulos como viene siendo habitual, no ha sido en absoluto una mala temporada. Al contrario: los espectadores que han seguido su desarrollo están muy contentos con lo que han visto. La ‘The Walking Dead’ más emocionante e interesante ha regresado, aunque sigue habiendo aspectos que pulir (o que aceptar, porque pueden ser una simple consecuencia del paso del tiempo).

Ahora que ya ha terminado, echamos la vista atrás y sentimos que han sido 3 los pilares que han sostenido esta novena temporada. Tres aspectos que van a seguir trabajando en la décima temporada, y que han caracterizado los últimos capítulos que hemos visto. Los repasamos.

El baile de personajes

Con ‘The Walking Dead’ estamos más que acostumbrados al baile de personajes. Los personajes mueren, desaparecen un tiempo, regresan, pasan a ser muy-secundarios, recobran importancia y vuelven a marcharse. Es algo que se ha vuelto habitual, sobre todo, en las últimas temporadas, y algo por lo que se ha protestado largo y tendido. En esta novena temporada, sin embargo, se ha mantenido mucho mejor el equilibrio entre dar relevancia a los personajes de siempre (Daryl, Carol, Michonne), conocer a los nuevos (como Lydia o Connie) y dejar marchar a otros.

Daryl y Connie

Con respecto a esto último, dos ausencias muy destacadas que han influido mucho en el devenir de la serie. Rick Grimes, por supuesto, que abandonaba ‘The Walking Dead’ en el sexto capítulo de esta temporada para (en principio) no volver. De hecho, no se ha vuelto a hablar demasiado de él. Sí se sigue hablando de Maggie, que dejó la ficción en el mismo episodio aunque sin homenajes de por medio. Se sigue hablando de Maggie porque ella en principio sí va a volver, y esperamos que tenga la importancia que merece cuando suceda.

Este baile de personajes al que hacemos referencia nos ha mantenido bastante despiertos durante el avance de la temporada. Más que una trama general, hemos tenido muchas pequeñas sub-tramas que han ido afectando a unos y a otros, que han permitido que los personajes evolucionen y las relaciones cambien y se desarrollen con naturalidad. Sobre todo en la segunda mitad de temporada, hemos estado muy a gusto con estas idas y venidas de los personajes

La unión de las comunidades

Si tuviéramos que señalar la gran trama de esta novena temporada, probablemente nos quedaríamos con esto. Tras lo sucedido con Rick, vivimos un salto temporal de seis años para descubrir que las comunidades se han dividido, separado y distanciado. Costó que nos acostumbráramos a ello, pero ha sido interesante comprobar cómo poco a poco iban acercándose de nuevo.

Y ha sido interesante, además, porque este no solo es el pilar de la novena temporada: es también el pilar de la serie. Si el grupo en principio liderado por Rick ha sido capaz de sobrevivir durante tantos años, desde que partieran de Atlanta, ha sido porque crearon una unión sólida y auténtica. En un mundo sumido en el caos, es necesario tener una familia para poder continuar. Y cuanto más grande sea esa familia, mejor.

Las comunidades vuelven a estar unidas

Esto nos ha enseñado la novena temporada y esta es la lección que han aprendido ellos mismos. Si la familia es grande tienen mucho que perder, pero tampoco tienen nada que ganar si renuncian a ello. Varios acontecimientos han conseguido que las comunidades vuelvan a trabajar juntas, y ha sido un alivio comprobar que esas sub-tramas que mencionábamos anteriormente iban consiguiendo que los caminos de personajes a los que apreciamos se fueran entrelazando. Por culpa de -o gracias a- los Susurradores, los caminos se han terminado de juntar de manera definitiva.

Los Susurradores

Los villanos de esta novena temporada. Los protagonistas casi absolutos de esta temporada. Los Susurradores llamaron la atención por su peculiaridad a la hora de sobrevivir, y han convencido por su falta de escrúpulos y humanidad. Una falta de escrúpulos y humanidad que han quedado bien ejemplificadas en Alpha, la líder. Hemos tenido pesadillas con ella, y vamos a seguir teniéndola.

Los Susurradores

No es que disfrutemos cuando los villanos de cada temporada asesinan a personajes a los que apreciamos y clavan sus cabezas en una pica, pero es cierto que necesitamos emoción en ‘The Walking Dead’ aunque esta emoción suponga que nadie está a salvo. Los Susurradores nos han devuelto la emoción, y también han devuelto el interés porque consiguen que los protagonistas de siempre tengan que verse forzados, de nuevo, a cambiar su modo de vida. Eso implica evolución, desarrollo, tramas diferentes y más dinamismo. Los Susurradores han sido un soplo de aire fresco, a pesar de la crueldad y la maldad que han traído con ellos. Y la guerra no ha hecho más que comenzar.

Es la primera vez en mucho tiempo que sentimos que la próxima temporada de ‘The Walking Dead’ puede ser una buena temporada.

Lo último en Series

Últimas noticias