VPH y cáncer anal

El VPH no sólo afecta a las mujeres: El 99% de los carcinomas del ano son provocados por este virus

“La consecuencia más grave es el desarrollo de cáncer en cérvix, vagina, vulva, pene, ano o en la zona orofaríngea”, señala Tamara Sánchez

En muchos casos las lesiones premalignas o malignas son asintomáticos

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El VPH no sólo afecta a las mujeres: El 99% de los carcinomas del ano son provocados por este virus.

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Mundialmente, la infección anogenital por el Virus de Papiloma Humano (VPH) es la infección de transmisión sexual más frecuente, estimándose que el 80% de las personas sexualmente activas han estado expuestas al virus alguna vez en su vida. Según la Organización Panamericana de Salud (OPS), prácticamente todos los casos de cáncer cervicouterino (99%) están relacionados con una infección genital por el VPH. «La máxima prevalencia de la infección sucede en la primera década tras inicio de las relaciones sexuales», expone la ginecóloga y obstetra de Onelife Center, la Dra. Tamara Sánchez Miguel, en entrevista para OKSALUD.

Pero el VPH no sólo produce cáncer en las mujeres: El 99% de los carcinomas del ano son positivos para el HPV y esto afecta por igual a hombres y mujeres. En los últimos años se le está dando cada vez más relevancia a la relación del HPV con el cáncer de ano, sobre todo entre la población homosexual, con especial interés si se suma la infección por VIH. «Los pacientes VIH tienen de 2 a 6 veces más de posibilidades de estar infectados por el HPV que la población general independientemente de sus prácticas sexuales; y 7 veces más de probabilidades de que la infección sea persistente. El riesgo relativo de desarrollar un carcinoma anal es 37 veces mayor en los hombres que tienen sexo con hombres HIV+ comparados con la población general», señala, por su parte, en declaraciones a OKSALUD el cirujano general y del aparato digestivo, especializado en Cirugía Proctológica Mínimamente Invasiva y Robótica, del centro Centro Médico – Quirúrgico de Enfermedades Digestivas (CMED) el Dr. Mauricio García Alonso.

Además, el Dr. García incide en que en los la última década se ha producido un auge en el estudio de la patología relacionada con el VPH a nivel anal y además se está realizando un esfuerzo para realizar planes de seguimiento similares a los del cáncer de cérvix, aplicados a la prevención o detección precoz de lesiones malignas o premalignas a nivel anal y señala cuáles son los procesos que se deben seguir en cuanto a prevención y cribado del cáncer anal provocado por VPH:

  • Imprescindible de forma anual en pacientes VIH+ y HSH (hombres que tienen sexo con hombres).
  • Cada 2-3 años en: Mujeres VIH+, varones VIH independientemente de su historia sexual, HSH no VIH, mujeres VIH- con cáncer de cérvix o vulva y pacientes inmunodeprimidos por otras causas diferentes al HIV.
    Para los pacientes con cáncer anal provocado por el VPH en muchos casos las lesiones premalignas o malignas son asintomáticos o presentan síntomas leves como picor anal o pequeño sangrado. «El diagnóstico se establece por la exploración cuidadosa de toda la zona perianal y genital, siendo fundamental la realización de una Anuscopia/Rectoscopia en la consulta para descartar la afectación en el canal anal/recto y en casos seleccionados una colonoscopia», agrega el especialista.

Síntomas de alerta

«La mayoría de las infecciones son asintomáticas y se resuelven espontáneamente antes del año, aunque algunos serotipos oncogénicos del VPH (como el 16 y 18 entre otros) pueden permanecer durante más tiempo, aumentando la probabilidad de producir lesiones premalignas y cáncer», detalla la Dra. Sánchez Miguel.

Estas lesiones también suelen ser asintomáticas, y se descubren con los protocolos de cribado establecidos para el cáncer de cérvix (citologías y/o detección del VPH en toma cervical) en este caso. Tamara Sánchez, explica que los serotipos benignos del VPH (VPH 6 y 11 generalmente), se pueden manifestar en forma de condilomas acuminados, las conocidas como verrugas genitales, que no tienen potencial maligno. Puede producir otras enfermedades benignas como la papilomatosis respiratoria recurrente en recién nacidos y niños por contagio en el nacimiento. En pacientes inmunodeprimidos, no vacunados para el VPH, fumadores y en edades más avanzadas, las posibilidades de lesiones premalignas aumentan.
Aunque el cáncer más prevalente y conocido que produce es el cáncer de cérvix o cuello uterino, también se relaciona con lesiones premalignas y cáncer en otras localizaciones:

  • Vagina
  • Vulva
  • Pene
  • Ano
  • Región orofaríngea.

La consecuencia más grave de VPH es el desarrollo de cáncer en cérvix, vagina, vulva, pene, ano o en la zona orofaríngea. Es el único cáncer inducido por un virus para el cual disponemos de una vacuna segura y eficaz. Con determinadas vacunas, además, conseguimos protección para las verrugas genitales (aquellas que cubren más serotipos del virus como la vacuna tetravalente o la nonavalente).

Diagnóstico y tratamiento

El único cribado validado actualmente en España es el de la infección y lesiones de cérvix uterino, con cribado general poblacional entre 25-65 años. La búsqueda en otras localizaciones sólo se realiza de forma excepcional.

Cuando se diagnostican verrugas genitales, no es preciso verificar mediante ningún test la existencia de VPH, tampoco se deben hacer estudios adicionales a la pareja, ya que se producen por serotipos benignos que no inducen cáncer.

«Según los protocolos actuales, la tendencia es realizar la búsqueda de la infección por el VPH y si es positivo, se realiza la citología de cribado en cérvix, aunque en muchas comunidades se sigue empleando la citología como primer paso para el cribado de las lesiones producidas por el virus», explica la ginecóloga. Si se detectara una lesión premaligna en la citología (LSIL, HSIL o CIN entre otras terminologías), se debe continuar con el estudio mediante colposcopia y biopsia de la posible lesión, con el fin de confirmar y clasificar la lesión para su manejo.

Actualmente, la infección asintomática por el virus no tiene tratamiento y se siguen los protocolos de vigilancia establecidos. «Algunas lesiones de baja posibilidad de progresión a cáncer, sólo requieren seguimiento, ya que la mayoría de las veces desaparecen solas gracias al sistema inmunitario como cualquier infección vírica», señala Tamara Sánchez. En lesiones premalignas más avanzadas, suele ser necesario una escisión amplia de la lesión cervical, lo que se denomina conización cervical. En el caso de que ya se hubiera producido un cáncer de cérvix, se sigue el tratamiento protocolizado dependiendo de la estadificación del cáncer.

Como medidas que pueden ayudar a la resolución de la infección, estaría abandonar el tabaco y promover la vacunación en las personas no vacunadas, aunque la vacuna no elimina directamente la infección actual presente en la paciente (pero si previene futuros daños y reinfecciones).

Vacunación y prevención

Tanto para el Dr. Mauricio García Alonso como para la Dra. Tamara Sánchez, la vacunación es fundamental para prevenir el VPH y por tanto para evitar un posible cáncer rectal relacionado con el virus. En adolescentes, a poder ser, es importante vacunar antes del inicio de las relaciones sexuales (antes del posible contacto con el virus), en ambos sexos y con independencia del tipo de relaciones sexuales (homosexual, heterosexual, bisexual, etc.), es clave en la prevención futura de enfermedades asociadas al VPH en ambos sexos. Se ha demostrado un descenso en la incidencia de la infección por VPH y las enfermedades asociadas al virus, tras la introducción de la vacunación, pese a una cobertura poblacional de la vacuna deficiente (sobre poblaciones con el 55% de la población femenina vacunada). El descenso de la infección por VPH se da tanto en personas con la vacuna como en las no vacunadas. Ya ha sido estudiada la asociación directa de la vacunación con el descenso de número de casos de cáncer de cérvix en población vacunada.
El uso del preservativo no protege totalmente contra la infección del VPH, ya que el virus puede estar en zonas de piel no protegidas por el mismo. De todos modos, sí previene el contagio de otras infecciones de transmisión sexual, que a veces, se contagian al mismo tiempo.

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