Las principales diferencias entre un maratoniano y un velocista

Aunque los dos practiquen el mismo deporte, sus cuerpos y sus entrenamientos no tienen nada que ver. Hoy te presentamos las principales diferencias entre un maratoniano y un velocista. Los primeros llaman la atención por su delgadez y ligereza, mientras que los otros lo hacen por su fuerte musculatura y su rapidez.

Modo de entrenar

Cada uno se prepara de una manera bien distinta para afrontar sus pruebas. El velocista destaca por la fuerza explosiva, que necesita para competir durante unos pocos segundos, mientras que el maratoniano muestra una resistencia inusual que le permitirá correr durante más de dos horas a ritmos muy bajos.

Reacción de los músculos

Los músculos de nuestro cuerpo están compuestos por distintos tipos de fibras, que son las fibras de contracción rápida y las fibras de contracción lenta. Cada corredor tendrá que ejercitar de manera prioritaria el tipo de fibras que más le convengan para participar en las carreras. Las de contracción rápida nos facilitan una gran cantidad de movimiento de manera inmediata, pero no nos posibilitan mantener ese nivel de esfuerzo durante un largo periodo de tiempo. A la hora de ejercitar estas fibras aumenta tanto su volumen como el peso. Las fibras de contracción lenta nos permiten un mayor tiempo de esfuerzo, aunque a un rimo inferior que las anteriores. Se les conoce también como fibras rojas porque cuentan con una alta concentración de mioglobina y de densidad capilar. A pesar del entrenamiento se conservan finas.

Volumen muscular

El corredor de fondo, en este caso el maratoniano, debe ser lo más ligero posible para conseguir ganar unos segundos durante la carrera. Sólo hay que ver en las grandes pruebas lo delgado que son los atletas. Como ya te habrás dado cuenta nuestro cuerpo tendrá que esforzarse mucho más para mover 80 kilos que para desplazar 60. Estas diferencias suelen ser más acusadas cuando hacemos mención a carreras de larga duración. Los corredores que se encuentren por encima de su peso tendrán la sensación de llevar una mochila encima que les aportará una cantidad extra de peso. Por su parte, el velocista precisa de un cierta proporción entre el tren superior y el inferior para poder encadenar un buen ritmo de carrera. Cometería un grave error si sólo se centra en el trabajo de las piernas, ya que perdería mucha eficacia. De ahí que sea necesario entrenar también brazos, espalda y torso.

Lesiones

Los calambres musculares, las fracturas por estrés y la periostitis tibial son las lesiones más comunes entre los fondistas, sobre todo por la deshidratación. Por su parte, los fondistas sufren sobre todo tirones en músculos y tendones.

Frecuencia cardíaca

Durante una prueba larga como es el maratón, el atleta alcanza una frecuencia cardíaca de entre el 60 y el 70% respecto al máximo que puede dar. Cuando un deportista corre a mucha velocidad, el corazón alcanza en torno al 90% de sus posibilidades.

Alimentación

Los velocistas, además de los hidratos de carbono necesarios para contar con reservas de glucógeno, también precisan de una mayor cantidad de proteínas para conseguir desarrollar los músculos.