Niños y psicología, cómo actuar ante el fracaso escolar

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Con el inicio del verano y el fin de las clases por las vacaciones, los niños reciben las notas y puede ser que sean malas. Vamos a ver cómo gestionarlo entonces y actuar ante el fracaso escolar.
Es una realidad que para muchos padres suponen (no pocas veces) un disgusto puesto que suscitan dudas sobre la posibilidad de aprendizaje y desarrollo del niño y sus posibilidades para el futuro. Pero para los más pequeños también.
Cómo actuar ante el fracaso escolar
Según la psicóloga de Clínicas Origen, Pilar Conde, lo primero es desterrar ese concepto de fracaso y abordar la situación desde un nuevo punto de vista: aceptando que hay un problema que es necesario determinar.
Buscar la causa de las malas notas
A veces la causa de estas notas no tiene que ver con no tener interés por el estudio o que el niño no trabaja lo suficiente para conseguir los aprobados necesarios.
tras unas bajas calificaciones, pueden existir, explica Pilar Conde, diversos motivos, como dificultades en el aprendizaje, problemas de desarrollo, emocionales, de motivación, de comportamiento y/o situaciones de estrés en su entorno, etc.
El refuerzo académico puede ser insuficiente
Ante este fracaso escolar, lo que hacen muchos padres es buscar clases de ayuda y las tareas durante los meses de verano. Es algo normal que ayudará al niño a progresar. Pero, a veces, esto no es suficiente.
Entonces es cuando se necesitan herramientas psicológicas con el fin de obtener el compromiso y la motivación para el aprendizaje en el medio y largo plazo.
Implicación de todos
Es en este punto donde no basta con llevarlos a una academia y entonces despreocuparnos. Debe haber la implicación de los padres a la hora de inculcar el valor del estudio y la comprensión general.
Escucha activa
En lugar de castigar, que a veces no sirve para mucho, es importante hacer uso de la escucha activa y la ayuda al escolar, con otro objetivo paralelo: que comprenda que el estudio es algo bueno para él y una oportunidad.
Buscar ayuda
Esta implicación ha de ser generalizada, con el consejo de los adultos —padres y tutores— y que también es necesario , a veces, la ayuda de orientadores y psicólogos en momentos concretos de estrés, pérdida de confianza y cuando el niño se ve incapaz de hacer frente a las obligaciones.
Darles responsabilidad
El niño se crece cuando le damos responsabilidad y esto pasa por ofrecer herramientas de estudio que le pueden funcionar.
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