Cuál es el mejor momento para empezar a hacer deporte
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Parece que nuestros planes deportivos siempre se limitan a dos épocas del año concretas, que son el verano y el año nuevo. Sin embargo hay que intentar cuidar la forma durante todo el curso. Tampoco es conveniente que pasemos de llevar una vida sedentaria a entrenar con mucha intensidad por el alto riesgo de lesión que existe. En este artículo te aclaramos cuál es el mejor momento para empezar a hacer deporte.
Hay que decir que en realidad no existe una norma escrita sobre la conveniencia de iniciarnos en una época o en otra, ya que cualquier instante es propicio para realizar ejercicio. Cuando se comienza de cero puede que nos cueste un poco más de la cuenta hacer ciertos entrenamientos, pero con el paso de los días empezaremos a notar los beneficios que nos reporta a la salud.
Las dos primeras estaciones del año natural son la primavera y el verano. El buen tiempo nos invita a salir de casa y hacer ejercicio. Por lo tanto no debemos poner excusas para recuperar la forma después de los excesos de la Navidad, que es la época del año en la que nos volvemos a más sedentarios y más se descuida la alimentación.
No se puede esperar un milagro y conseguir los objetivos que nos planteemos en cuestión de días. Detrás de todo buen resultado hay mucha constancia y esfuerzo. Nos tomaremos con calma el propósito de perder peso, tonificar o incrementar el volumen. Si estamos acostumbrados a tener una vida totalmente sedentaria ya daremos un importante paso si somos capaces de salir a correr, nadar o andar en bicicleta.
Lo adecuado es empezar sin grandes presiones, ejercitándonos durante media hora y alcanzando la suficiente intensidad que nos permita sudar, pero sin llegar a agotarnos por completo. A medida que nos encontremos mejor se podrá aumentar el tiempo de entrenamiento hasta alcanzar la hora como mínimo.
Las otras dos estaciones del años, el otoño y el invierno, resultan más complicadas para entrenar, sobre todo por el frío y las pocas horas de luz que hay. Todo eso provocará que la pereza aumente y las ganas de salir a hacer deporte se sustituyan por el sofá. No obstante, la ausencia de calor también puede ser una ventaja. Por las mañanas y por la noche suele hacer más frío en invierno, por lo que si los compromisos laborales te lo permiten también te podrías ejercitar a mediodía.
Aunque parezca mentira hay algunos deportes que son más agradecidos de practicar durante los meses de más frío, como puede ser el ciclismo o el running. Basta con llevar las prendas adecuadas para no sufrir las inclemencias meteorológicas. En verano, nuestro rendimiento bajará considerablemente por los efectos del calor.
Por lo tanto, se puede decir que no hay excusas para empezar a realizar ejercicio desde cero. Cualquier época del año es propicia para darle un cambio a nuestro estado de forma. Tanto si deseas mejorar físicamente como mantenerte en el actual estado, el deporte desempeña una labor esencial.