Presidente de COFM

Manuel Martínez del Peral: “La nueva Ley de Ordenación y Atención Farmacéutica es vital para todos”

ley de Ordenación y Atención Farmacéutica
Manuel Martínez del Peral, presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM).

Fact checked

×

Este artículo de OkSalud ha sido verificado para garantizar la mayor precisión y veracidad posible: se incluyen, en su mayoría, estudios médicos, enlaces a medios acreditados en la temática y se menciona a instituciones académicas de investigación. Todo el contenido de OkSalud está revisado pero, si consideras que es dudoso, inexacto u obsoleto, puedes contactarnos para poder realizar las posibles modificaciones pertinentes.

La farmacia es un lugar clave en nuestra sociedad, especialmente durante la pandemia que ha afectado al mundo entero. En este contexto, la figura del farmacéutico se ha vuelto más relevante que nunca, no solo para dispensar medicamentos, sino también para asesorar a los pacientes y guiarlos en su tratamiento.

En una entrevista con Manuel Martínez del Peral, presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM), se abordan diversas cuestiones relacionadas con la profesión farmacéutica y su papel en la sociedad actual. Entre ellas, se habla de la importancia del consejo profesional del farmacéutico, a pesar de que muchas personas ya acuden a la farmacia con información previa gracias a internet.

La entrevista aborda diversos temas relevantes para la profesión farmacéutica, como el cambio en el perfil del consumidor tras la pandemia, la importancia de la digitalización y la necesidad de remunerar los servicios profesionales prestados. También se discute la nueva Ley de Ordenación y Atención Farmacéutica de la Comunidad de Madrid y la colaboración entre los distintos actores del sector sanitario. En general, se trata de una entrevista enriquecedora que ofrece ideas y propuestas para mejorar la profesión farmacéutica.

PREGUNTA.- Acaba de cumplirse un año de su toma de posesión. ¿Cuál sería su primer balance?

RESPUESTA.- El balance es muy positivo y, aunque quedan cosas por hacer, ha sido un año muy intenso y de mucho trabajo, en el que se ha producido un hito muy relevante, como es la nueva Ley de Ordenación y Atención Farmacéutica de la Comunidad de Madrid, que, después de muchos años sin un texto legislativo actualizado, ha recogido la realidad plasmada en la pandemia y nos proporciona un marco de estabilidad muy bueno para avanzar en el desarrollo de la profesión. A esto, hay que sumar el nuevo Convenio entre el COFM y la Consejería de Sanidad, que actualiza la relación de las farmacias con el sistema sanitario madrileño. Creo que tanto la ley, primero, como el convenio, después, son textos muy avanzados, que reconocen la importancia de los farmacéuticos como profesionales sanitarios y que nos van a marcar una hoja de ruta muy sólida para que la prestación farmacéutica que reciben los ciudadanos sea la mejor posible, que es de lo que se trata.

De esta manera se van a potenciar los servicios farmacéuticos que pueden tener un impacto muy positivo en la salud de los pacientes, con más garantías de seguridad en el uso de los medicamentos. De hecho, ya hemos puesto en marcha iniciativas en este sentido, como una campaña para mejorar la seguridad del uso de los medicamentos en la población, que se está haciendo en colaboración con el Servicio Madrileño de Salud (Sermas) y que posibilita que los farmacéuticos comunitarios puedan bloquear de manera cautelar a través del sistema de receta electrónica, y mediante una comunicación estrecha con los médicos, aquellas prescripciones que sean erróneas o puedan poner en riesgo la salud de los pacientes.

Otro ejemplo de las mejoras clínicas para el paciente que aportan los farmacéuticos, en este caso mediante la colaboración entre farmacéuticos de hospital y farmacia comunitaria es el proyecto piloto que hemos puesto en marcha, también en colaboración con la Consejería, para acercar la medicación de los pacientes de VIH a través de las farmacias comunitarias y reforzar la continuidad asistencial. Todo ello con la coordinación del Servicio de Farmacia Hospitalaria de la Fundación Jiménez Díaz.

P.- En estos tiempos en el que proliferan las consultas por internet y especialmente en el campo de la salud, incluidos los medicamentos, ¿cree que el consejo profesional de un farmacéutico sigue siendo esencial para las personas?

R.- Sin duda. Cuando hablamos de medicamentos hablamos de productos que pueden requerir de prescripción médica o no, pero que no son un bien de consumo y en los que el consejo farmacéutico es fundamental para garantizar la seguridad y eficacia de la terapia. Los medicamentos son productos delicados, alta tecnología al servicio de la salud, y los farmacéuticos contribuimos con información y atención profesional a que las personas que los necesitan obtengan los mejores resultados de la medicación y evite también riesgos innecesarios, como pueden ser interacciones con otros fármacos o alimentos, que siempre hay que tener en cuenta.

Entre todos, y ahí los medios desempeñan un papel crítico, tenemos que insistir en que sólo deben tomar medicamentos quienes los necesitan, bien por prescripción del médico, bien con el consejo del farmacéutico en los casos de fármacos que no precisan receta.

P.- Tras la pandemia ¿ha cambiado el perfil del consumidor en las farmacias? ¿Cómo fomentar que los jóvenes acudan a las farmacias?

R.- Uno de los datos que mejor respalda la actuación farmacéutica en la pandemia es que la percepción del valor sanitario de la farmacia y de los farmacéuticos mejoró para más de la mitad de los madrileños. De hecho, cuanto más jóvenes, más ha mejorado esta valoración, según reveló una encuesta que GAD3 realizó para el Colegio a finales de 2021. Es un dato muy significativo si se tiene en cuenta que el perfil del usuario medio de la farmacia madrileña es de una persona de 53-54 años.

Aunque es pronto para valorar si ha cambiado o no el perfil del consumidor, el papel de la farmacia durante la pandemia ha sido el gran valor sanitario que ofrece la cercanía, accesibilidad y profesionalidad de una red de farmacias como la española, siempre abierta y que no requiere cita previa. Facilitar a los ciudadanos, sobre todo a los más jóvenes, la relación digital con su farmacia, sin perder nuestras señas de identidad, es uno de los desafíos que estamos ya acometiendo en el Colegio.

P.- ¿De qué forma se quiere potenciar el acceso a los servicios y herramientas del COFM a todos los colegiados?

R.- Es uno de los objetivos que nos hemos marcado en el nuevo plan estratégico del Colegio. Nuestro objetivo primordial es ayudar al farmacéutico, en el ámbito en el que ejerza, ya sea hospital, primaria, oficina de farmacia, salud pública, industria…, a que desarrolle todo su potencial sanitario y social.

A tal fin responde la profunda reestructuración interna en la que estamos inmersos, con la que queremos optimizar todos los recursos a nuestro alcance para prestar el mejor servicio a nuestros colegiados. En la medida que consigamos ser más ágiles, eficaces y, sobre todo, útiles, conseguiremos también una mayor implicación profesional en los proyectos y actividades que estamos impulsando.

P.- Usted ha declarado que promover una farmacia más asistencial implica necesariamente remunerar los servicios profesionales prestados. ¿Cómo debería ser esa remuneración?

R.- Obviamente, los nuevos servicios profesionales que prestemos deben retribuirse, porque exigen una inversión en personal, recursos y formación profesional y, sobre todo, porque son una aportación de valor para el sistema sanitario y para la salud de las personas. El cómo dependerá de las circunstancias, pero se trata de una puerta que ya está abierta en las farmacias de muchos países de nuestro entorno y que está ofreciendo magníficos resultados.

P.- ​​En el último Infarma, celebrado en marzo de 2023, uno de los asuntos tratados fue el de la digitalización. ¿Qué novedades hay sobre digitalización, renovación o adaptación en las farmacias en este ámbito?

R.- Lo mencionábamos antes. Cada vez más, estamos acostumbrados a buscar soluciones digitales para acceder a servicios e información de todo tipo. Por eso, el Colegio está trabajando en un proyecto de digitalización que aspira a integrar a todas las farmacias. Queremos ofrecer un servicio al ciudadano que replique la cercanía y el trato humano, profesional y directo que brindan los farmacéuticos en el entorno digital. Está todavía en desarrollo, pero tenemos mucha ilusión en hacerlo realidad.

P.- La nueva Ley de Ordenación y Atención Farmacéutica de la Comunidad de Madrid fue aprobada el pasado mes de diciembre y era una de las más ansiadas por los farmacéuticos de la capital ¿Qué opina sobre esta ley? ¿Cree que aún se pueden mejorar más aspectos legales?

R.-​​Es una ley muy esperada por todos. Lo más importante es que consolida algunos de los servicios prestados por los farmacéuticos, y en particular en las farmacias comunitarias, durante la pandemia y avanza también en la colaboración entre profesionales sanitarios y en una mayor integración de la farmacia en el sistema de salud. Es el caso del servicio de atención farmacéutica domiciliaria para personas con discapacidad o dependencia que no pueden desplazarse a la farmacia, que será realidad cuando se apruebe su desarrollo reglamentario.

Al mismo tiempo, abre la puerta a nuevos desarrollos profesionales, como puede ser el uso generalizado de SPD, que nos va a permitir mejorar las tasas de cumplimiento de la medicación, una de las grandes lagunas del sistema. Hay que recordar que la mitad de los pacientes crónicos no cumplen bien sus tratamientos, según la OMS, lo que es un problema de salud y también un enorme coste económico para la sociedad.

También ofrece a las farmacias la posibilidad de abrir una nueva sección de Nutrición y dietética, con la que vamos a poder potenciar uno de los aspectos fundamentales de la salud. La ley aporta también una mayor flexibilidad en los horarios para adaptarse mejor a las necesidades de los ciudadanos.

En definitiva, y como decía también al principio, creo que es una ley muy positiva para los ciudadanos y confío en que podamos desarrollar muy pronto su máximo potencial, porque será una buena noticia para todos.

P.- ¿Qué alternativas buscaría para que haya más comunicación entre el médico y el farmacéutico?
R.- Contamos con un magnífico sistema de receta electrónica que nos ofrece grandes oportunidades para potenciar la comunicación con los médicos. Sin embargo, ese potencial aún no está bien aprovechado y es una de las asignaturas pendientes en la que estamos trabajando. Esa comunicación con el médico es fundamental para resolver, por ejemplo, errores en la medicación o renovar tratamientos crónicos que van a evitar al paciente muchas molestias, como acudir a la consulta médica por un asunto menor.

Uno de los proyectos más avanzados es, como también citaba al inicio, una campaña para mejorar la seguridad de los medicamentos mediante el uso extendido de la herramienta de bloqueo cautelar que existe en la receta electrónica. Es una herramienta con la que podemos reforzar la detección de posibles problemas en la medicación. Un mismo paciente puede tener prescripciones de distintos médicos. En la farmacia vemos toda la medicación que tiene prescrita y estamos en condiciones de detectar un riesgo, por ejemplo, por interacción entre medicamentos. En esos casos podemos bloquear una receta, comunicarnos con el médico y, con ello, contribuir a la seguridad de los pacientes al evitar que se pueda dispensar un medicamento que puede poner en riesgo la salud del paciente.

También estamos trabajando en una herramienta que nos permita una comunicación más directa y de manera bidireccional con el resto de los agentes sanitarios. Está aún en desarrollo, pero esperamos que suponga un salto cualitativo muy relevante en la mejora de la comunicación.

Es importante que los ciudadanos y también la Administración perciban las ventajas del trabajo colaborativo entre profesionales y el enorme potencial sanitario de la farmacia en todo lo relacionado con la seguridad, el seguimiento y la adherencia de los tratamientos.

P.- ¿Por qué cree que la gente tiene en tanta estima al farmacéutico?
R.- Es el resultado del día a día y de su experiencia con un servicio profesional que funciona y genera confianza, porque está siempre disponible cuando más se necesita. El 94,5 % de los ciudadanos consideró muy buena o buena la actuación desarrollada por los farmacéuticos durante la pandemia de Covid, que ha sido la mayor crisis sanitaria de los últimos cien años.
Quizás la parte más visible sea la labor de los farmacéuticos comunitarios, pero también hay que resaltar el inmenso trabajo que hacen los farmacéuticos de la distribución, de la industria, de análisis clínicos, de hospital o salud pública, por mencionar solo algunas de las modalidades de ejercicio de una profesión que está al servicio de toda la sociedad. Pocas profesiones aportan tanto en tantos ámbitos de actuación diferentes.

Además, no es sólo la vertiente sanitaria la que aporta valor a la profesión farmacéutica y es reconocida por la sociedad; también su vertiente social, porque el farmacéutico, especialmente, en este caso, el comunitario, es un agente indispensable en todas las ciudades, barrios, pueblos, etc. En muchas localidades donde no hay centro de salud u hospital sí hay una farmacia, y eso la población lo valora.

P.- ¿Qué opina de que el farmacéutico no tenga la libertad de dispensar medicamentos? Esta opción permitiría que no se colapsara tanto el sistema sanitario y hay otros países que ya toman en cuenta la opinión de los farmacéuticos permitiéndoles establecer incluso consultas.

R.- Los medicamentos de prescripción deben ser prescritos por un médico y dispensados en una farmacia y no creo que esto sea puesto en duda, pues es una garantía de buen hacer para la salud de los ciudadanos. Tenemos también medicamentos de indicación farmacéutica, que serían los que no requieren receta médica y ahí es el farmacéutico quien puede tomar la decisión, siguiendo una serie de protocolos y procedimientos basados en la evidencia científica, sobre qué medicamento puede ayudar al paciente, en especial cuando hay que tratar síntomas menores.

De hecho, la nueva ley, que antes mencionaba, introduce, también como novedad, la posibilidad de que los farmacéuticos podamos introducir la información en el sistema de receta electrónica de los medicamentos de indicación farmacéutica para que el médico tenga también una información más completa de toda la medicación que toma el paciente. Por lo tanto, creo que la situación es clara respecto a cómo se deben manejar los medicamentos y cada agente tiene su rol.

No obstante, es cierto que hay países que están potenciando la actuación de los farmacéuticos en todos los niveles, desde la vacunación a la indicación en síntomas menores, pasando por una serie de servicios asistenciales que refuerzan la prevención a través de cribados y que pueden ser de gran ayuda para el sistema sanitario. Es una opción que ofrece la red de farmacias también en España y son las administraciones las que tienen que decidirse para aprovechar este enorme recurso al alcance de todos los ciudadanos.

Los farmacéuticos madrileños estamos trabajando para desplegar todo este potencial para atender necesidades sanitarias concretas de la población y que la farmacia puede ayudar a solucionar. Lo estamos haciendo con la Administración regional y hemos dado ya importantes pasos con la nueva ley y el convenio firmado en marzo. Queremos seguir avanzando en esta dirección y asumir funciones que mejoren la salud de los madrileños, pero siempre con la idea clara de que nuestra labor no pretende sustituir la que hacen magníficamente otros profesionales sanitarios, sino complementar para que la atención sanitaria, la salud y la calidad de vida de las personas se vean reforzadas.

P.- FarmaHelp es la primera aplicación farmacéutica dirigida a los pacientes, pero la mayoría de los ciudadanos aún no la conocen ¿Cómo llegará al público?

R.- FarmaHelp es una plataforma tecnológica interna de uso farmacéutico que ya utilizan cerca de un millar de oficinas de farmacia en la Comunidad de Madrid y con la que los farmacéuticos tenemos la posibilidad de consultar a otras farmacias próximas en el caso de no disponer de la medicación solicitada por el paciente. Al final, se trata de trabajar en red para ofrecer una ayuda rápida y segura al paciente

Lo último en OkSalud

Últimas noticias