Hablar con alguien positivo podría ser tan peligroso como toser, según un estudio

Hemos visto de qué manera se propaga el coronavirus y se concluye que lo hace realmente rápido. De ahí que sea tan importante mantener las medidas de control que ya sabemos. Ahora un estudio explica que hablar con alguien positivo podría ser tan peligroso como toser sobre él. Se concluye que las gotas grandes caen al suelo en distancias cortas, y aquellas de menor tamaño, que son los conocidos aerosoles, están ya en el ambiente.

Para determinar todo ello, el estudio ha analizado el tamaño de las gotas que solemos emitir (especialmente por las personas infectadas) cuando se habla o bien se tose. Se concluye que se necesitan solamente dos segundos para que las gotas viajen a una distancia superior a los dos metros.

Para que las partículas no se queden en un espacio interior y puedan eliminarse bien, es necesaria una buena ventilación en los interiores. De ahí que se aconseje la interacción con otras personas en exteriores y no en interiores porque se multiplica el riesgo de infección. Pero está claro que no podemos hacer todas las acciones fuera, porque hace frío, porque está el trabajo, las escuelas, etc.

Los investigadores han asegurado que para evitar contagios, y tras este estudio, es necesario entonces contar con el uso de las mascarillas y de la distancia social ya conocida por todos.

Así, la investigación pone de manifiesto que la Covid-19 se puede propagar a través de varias rutas, incluidas las gotitas que contienen virus emitidas cuando una persona infectada respira, habla o tose, un factor que, según los expertos, podría ayudar a explicar por qué el Covid parece propagarse más fácilmente en ambientes interiores.

Riesgo de infección

Desde el estudio también se analizó el riesgo de infección, teniendo en cuenta la carga viral de las personas enfermas de Covid y la dosis estimada requerida para causar una infección; esta última se basó en estudios de un coronavirus diferente.

El equipo llegó a la conclusión de que no era seguro pararse sin una máscara a dos metros de una persona infectada que estaba hablando o tosiendo, ya que ambas situaciones presentaban un riesgo de infección.

El equipo añade también que una hora después de que una persona infectada hable durante 30 segundos, el aerosol total que queda contiene mucha más masa viral que después de una tos, y que en espacios pequeños y sin ventilación esto podría ser suficiente para provocar contagio del virus.

Así, los investigadores comentan que hablar es un tema muy importante que hay que tener en cuenta porque produce partículas mucho más finas y estas partículas, o aerosoles, se pueden suspender durante más de una hora en cantidades suficientes para causar la enfermedad.

El equipo ha utilizado su trabajo para desarrollar una calculadora online, Airborne.cam, con la finalidad de que los usuarios exploren su riesgo de infectarse en interiores solo a través de partículas en el aire.

Según esta herramienta, pasar una hora en una tienda de 250 m2, que se supone que tiene una capacidad máxima de 50 personas y una ventilación similar a las oficinas, da como resultado que una persona tenga alrededor de un 8% de posibilidades estimadas de infectarse con coronavirus, asumiendo que hay cinco personas infectadas en la tienda y nadie lleva una máscara.

Pero si se mejora la ventilación para que el aire se renueve cinco veces por hora en lugar de tres veces, este riesgo se puede reducir a menos del 2%; se puede obtener una caída similar si todos usan mascarillas de tres capas.

Variante británica

De momento son necesarios más estudios para saber los riesgos de infección y no están aplicados a la nueva variante del coronavirus del Reino Unido, que se supone que es más contagiosa.

Algunos otros científicos, aunque acogen viene este estudio, advierten que los resultados se basan en una serie de suposiciones. Comentan que es probable que los resultados representen el peor de los casos realistas, ya que el modelo utiliza una carga viral bastante alta como uno de los supuestos, y esto tiene una influencia significativa en el riesgo que se predice.

Lo que está claro, según todos los estudiosos, es que la carga viral varía entre personas y durante el curso de la enfermedad.

Ahora quedan más estudios para determinar toda esta carga viral, y determinar si hablar con alguien positivo podría ser tan peligroso como toser en relación con las nuevas cepas, pues esto es algo que se desconoce. De hecho todavía se está estudiando el peligro de las nuevas variantes, como la sudafricana de la que ya se ha sabido un caso en España a día de hoy.