Nutrición

Ésta es la mejor hora a la que deben cenar los niños para mejorar su salud metabólica

La investigación se llevó a cabo con una muestra de 880 escolares de entre 8 y 13 años de varias ciudades españolas

Hora de la cena niños
Una familia está comiendo en los mismos horarios.
Diego Buenosvinos

Fact checked

×

Este artículo de OkSalud ha sido verificado para garantizar la mayor precisión y veracidad posible: se incluyen, en su mayoría, estudios médicos, enlaces a medios acreditados en la temática y se menciona a instituciones académicas de investigación. Todo el contenido de OkSalud está revisado pero, si consideras que es dudoso, inexacto u obsoleto, puedes contactarnos para poder realizar las posibles modificaciones pertinentes.

Adelantar la hora de la cena y reducir la ventana de tiempo en la que se ingieren alimentos —limitándola a menos de 12 horas al día desde la primera hasta la última comida— son estrategias clave para mejorar la salud metabólica de los niños, según una investigación de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), publicada en la revista Pediatric Obesity.

El estudio subraya que no solo importa qué comen los niños, sino también cuándo lo hacen. Esta es precisamente la base de la crononutrición, una disciplina emergente que estudia cómo el momento de la ingesta afecta al metabolismo y la salud.

«El papel de la crononutrición ha cobrado fuerza en los últimos años, pero la mayoría de los estudios se han centrado en adultos. En niños, los datos son aún escasos por la complejidad que implica investigar en este grupo de edad», explica Viviana Loria-Kohen, investigadora del grupo Valornut de la Facultad de Farmacia de la UCM.

Los resultados muestran que una ventana de alimentación superior a 12 horas se asocia con valores menos saludables de glucosa y colesterol, así como con mayores índices aterogénicos, indicadores de riesgo cardiovascular a largo plazo. Además, tanto desayunar como cenar tarde se relacionaron con una peor calidad global de la dieta.

Sobrepeso infantil

La investigación se llevó a cabo con una muestra de 880 escolares de entre 8 y 13 años de varias ciudades españolas (A Coruña, Barcelona, Madrid, Sevilla y Valencia). A través de cuestionarios a padres y evaluaciones en escuelas, los investigadores recopilaron información sobre horarios de comidas, calidad de la dieta, parámetros bioquímicos (glucosa, insulina, colesterol, triglicéridos) y medidas antropométricas (peso, altura, perímetro de cintura, pliegues cutáneos y composición corporal).

«Aunque se trata de un estudio observacional, sus hallazgos refuerzan la necesidad de considerar el momento de la ingesta como un factor clave en la prevención del sobrepeso infantil, especialmente en países como España, donde es habitual cenar tarde», añade María Dolores Salas, también investigadora de Valornut.

La obesidad infantil continúa siendo uno de los principales retos de salud pública. La World Obesity Federation estima que, para 2035, dos de cada cinco niños y adolescentes entre 5 y 19 años tendrán sobrepeso u obesidad.

Como siguiente paso, el equipo investigador sugiere incorporar variables como el cronotipo (si el niño es más activo por la mañana o por la noche), la duración de las comidas o los niveles de melatonina, para comprender mejor cómo el reloj biológico influye en la salud desde edades tempranas.

Lo último en OkSalud

Últimas noticias