Los principales errores que cometemos al entrenar y que castigan a nuestra espalda
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Estarás cansado de ver en el gimnasio como hay algunas personas, sobre todo los principiantes, como adoptan unas posturas muy extrañas a la hora de levantar peso y adquieren una serie de vicios que no resultan del todo positivos para nuestra salud. Hoy queremos explicarte los principales errores que cometemos al entrenar y que castigan a nuestra espalda. El objetivo es que puedas solucionarlos y ofrecer un mejor rendimiento.
Ten en cuenta que nuestra columna vertebral en el día a día soporta demasiada tensión de manera natural, pero si además la forzamos a la hora de practicar ejercicio el daño se multiplicará. Intentaremos siempre adoptar la postura más correcta para trabajar con ella.
Emplear el peso adecuado
En primer lugar hay que realizar un repaso con las cargas que estamos levantando en cada ejercicio. Muchas veces se produce una torsión exagerada de la columna que se origina por un exceso del peso. Al no poder levantarla con facilidad con los músculos adecuados, acabamos apoyándonos en otras partes del cuerpo u otros músculos.
Suele ocurrir que utilizamos la espalda como palanca o catapulta para soportar la carga que elevamos. Puedes aprovechar las ventajas que te ofrecen las máquinas de musculación.
Una correcta colocación
Cuando ya tengamos claro el peso que podemos levantar, lo siguiente será fijarnos en la correcta colocación del cuerpo a la hora de ejercitarnos con las pesas. Hay que detenerse en primer lugar en la posición que tienen los bancos o las máquinas cuando vayamos a entrenar.
En la medida de lo posible hay que intentar que la espalda quede totalmente fijada al respaldo, sin que haya zonas en el aire o curvadas. Es muy frecuente que siempre intentemos arquearla un poco para hacer más fuerza, pero no es conveniente.
Cuando nos pongamos en el banco para hacer tríceps de manera horizontal o dominadas de pecho, lo aconsejable es elevar un poco las piernas para que la espalda permanezca en todo momento apoyada y así no hacernos daño en ella ni tampoco implicarla en exceso en el ejercicio.
Para hacer ejercicios de pie
A la hora de realizar ejercicios de pie nos fijaremos tanto en el peso a elevar como en la posición de la espalda. No es conveniente que caigamos en el error de inclinarnos hacia atrás o hacia adelante, ya que al final la tensión se concentrará toda sobre la zona lumbar.
Es preciso que tengamos un core fuerte y mantener la postura controlada en todo momento. Se aconseja entrenar delante de un espejo para que nos fijemos con detalle en los movimientos que hagamos y así corregir cualquier posible defecto que detectemos en la técnica.
Flexionaremos ligeramente las rodillas y procuraremos mantener una estabilidad a partir de la acción de los músculos del core. Tampoco hay que olvidarse de fortalecer los músculos de la espalda para que estén más preparados a la hora de trabajar en el gimnasio. De esta manera conseguiremos que no se concentre toda la tensión sobre la parte cervical o lumbar y en la columna. Una espalda sana es sinónimo de felicidad.