Dr. Manuel Sánchez Luna: «La asistencia al recién nacido en España se encuentra en la élite mundial»
"En la prematuridad hay un aumento en la supervivencia muy importante"
"Los problemas respiratorios se han ido mejorando gracias a las sofisticadas nuevas técnicas de que disponemos"
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El jefe del Servicio de Neonatología del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, Manuel Sánchez Luna, es el presidente de la Sociedad Española de Neonatología desde 2019, SENEO y desde hace 2 años preside la Sección Neonatal de la Sociedad Europea de Cuidados Intensivos Pediátricos y Neonatales (ESPNIC). Esta sociedad trabaja para promover los estándares de cuidados intensivos pediátricos y neonatales entre los profesionales de la salud y fomenta el desarrollo de nuevos tratamientos y tecnologías, así como la colaboración multidisciplinaria entre intensivistas, enfermeras y proveedores de atención médica pediátrica y neonatal en Europa.
Además, es doctor Cum Laude en Medicina por la Universidad Autónoma de Madrid. También Máster en Gestión y Dirección de Servicios Sanitarios por el Instituto de Salud Carlos III-Escuela Nacional de Sanidad.
Catedrático de la Universidad Complutense de Madrid, en la rama de conocimiento de Ciencias de la Salud, es asesor del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos de la Infancia y fue entre otros cargos, presidente de la UENPS (Unión Europea de Sociedades Neonatales y Perinatales) y de la Asociación Internacional de Neonatología (INA).
El doctor Sánchez Luna, abordará en OKSALUD, las principales patologías neonatales en nuestro país, además de los cambios tecnológicos y asistenciales en los hospitales españoles.
Pregunta.- Uno de los retos en el campo de la neonatología es hacer posible que aumente la supervivencia en los nacimientos prematuros, ¿qué prevalencia encontramos en estos momentos en nuestro país?
Respuesta.- Podríamos decir en primer lugar que la asistencia al recién nacido en España se encuentra en la élite mundial sin ningún lugar a dudas. Además, nuestro Sistema Nacional de salud cubre completamente -al cien por cien- esa asistencia antes, durante y después del nacimiento. Podemos añadir que es la prestación más cara del sistema, porque conseguir que sobreviva un recién nacido con bajo peso y aun sin desarrollar, tiene costes directos de más de 80.000 euros. Por fortuna, la estructura en el país hace que tengamos un sistema garantizado para cualquier problema en estos servicios y en todo el territorio nacional.
Por otra parte, desde hace algunos años, se creó la regionalización al recién nacido. Es decir, debido a que no todos los prematuros necesitan la misma asistencia sanitaria -ya que en ocasiones tenemos que atener grandes desafíos, según el caso-, hay hospitales en cada comunidad que tienen una cobertura centralizada mucho más especializada para poder atender las necesidades completas del neonato en esas circunstancias más especiales. Por población, en regiones como Madrid, Cataluña o Andalucía, hay varios centros de referencia.
En la Sanidad Pública española y teniendo en cuenta los datos de calidad que miden supervivencia y mortalidad, en nuestro caso la mortalidad es muy baja.
P.- ¿Qué diferencias hay en los niños prematuros?
R.-En la prematuridad hay un aumento en la supervivencia muy importante. Hablamos de niños que nacen en las semanas 22, 23 y 24. Tras estas semanas y alcanzando la 28, es decir, aquellos niños con menos de 1.500 gramos, se consigue una supervivencia cercana al 100%. A partir de ahí, en la semana 32, y un peso ya superior a los 1.500 gramos, la prematuridad consigue esquivar la mayoría de las secuelas. En nuestro país, hay una media de 1.000 nacimientos al año en niños que nacen con menos de 1.000 gramos.
P.- ¿Los avances tecnológicos, de medicación o nuevos tratamientos han contribuido a que estemos ante datos de supervivencia tan importantes?
R.- Ciertamente, el amento en la supervivencia es muy importante. Cada vez los prematuros sobreviven con menores secuelas, y ello es debido a los avances tecnológicos, ayuda a embazadas, sistemas respiratorios, mejora en la nutrición o prevención de daños cerebrales que, en este último caso, tenemos menores secuelas que hace 10 o 15 años. Por otra parte, los nuevos sistemas tecnológicos han avanzado muy rápido, pero también debemos destacar la aportación de los padres, que pueden permanecer en las UCIs, y el control de infecciones, que es vital y que controlamos de manera eficiente.
En cuanto a tratamientos de cardiopatías congénitas, las técnicas han mejorado de manera notable, tanto en equipos quirúrgicos como intensivos. España es el país pionero en el mundo en la prevención de infección en el momento del nacimiento. Hasta el punto de que casi no la vemos en los nacidos a término y sólo en prematuros, en los que sí vemos problemas por la falta de defensas e inmadurez.
P.- Doctor, hoy día hay muchos más tratamientos, más herramientas, pero ¿hay más exposición a errores a pesar de que hay protocolos totalmente estrictos?
R.- Debemos partir de la idea de que cuidamos de neonatos en estado muy grave, lo que conlleva una compleja dosificación de medicamentos, los cuales hasta ahora tenían un perfil para adultos y con pocos estudios para recién nacidos. También una difícil dosificación para los tratamientos, por lo que debemos utilizar catéteres extrafinos, lo que aumenta de manera importante, el riesgo. Pero afortunadamente, a pesar de todo ello, cada vez hay mayores avances que ha cambiado por completo la seguridad del neonato. El Gregorio Marañón, por ejemplo, es el primero de los grandes centros con una acreditación internacional por la Joint Commission Internacional para garantizar la reducción de errores de asistencia sanitaria en estos niños.
P.- ¿Qué patología es la más compleja de atender en su servicio?
R.- Sin duda, la prematuridad. Es nuestro caballo de batalla. Nos enfrentamos a casos en los que además hay problemas de adaptación, falta de desarrollo de los órganos, siendo más frágiles y sensibles, o con falta de desarrollo cerebral; no han tenido tiempo para una adecuada evolución.
Los problemas respiratorios en la prematuridad, se han logrado mejorar gracias a las nuevas y sofisticadas técnicas de que disponemos, pero como decía antes, los problemas neurológicos nos siguen preocupando. Los niños nacen antes de una migración neuronal completa, la mielinización del sistema nervioso central. Otras preocupaciones que tenemos son metabólicas, o inmunes, ya que en los tres últimos meses del embarazo es el momento en el que la madre pasa las defensas al bebé.
P.- En cuanto a la vacunación, ¿con qué protocolos cuentan para la prevención de enfermedades infecciosas?
R.-Debemos comenzar igual que en un niño a término, es decir, a los 2 meses de edad cronológica (posnatal), independientemente de su edad gestacional o peso al nacimiento. Es importante subrayar que infecciones como la tosferina, la hemos logrado evitar gracias a la vacunación de las embarazadas. Tal ha sido el éxito, que apenas vemos casos. Si ocurre lo contrario, es por falta de vacunación de la madre.
Sin embargo, el avance, que podemos considerar como inaudito en la historia de la medicina, ha sido erradicar la infección de la bronquiolitis por el Virus Respiratorio Sincitial, gracias a la inmunización que se ha llevado a cabo en España en todos los centros hospitalarios. España es el único país donde se ha inoculado a todos los niños con el nuevo anticuerpo y se ha conseguido reducir las formas graves de estas infecciones con unos resultados extraordinarios, reduciéndose en más del 80%, la incidencia en las hospitalizaciones y evitar el colapso en las plantas de pediatría y en las UCIs.
P.- La cirugía neonatal también ha evolucionado hasta el punto de que prácticamente no hay que hacer incisiones complejas.
R.- En estos momentos la cirugía en neonatos es mínimamente invasiva. Hemos avanzado notablemente en hemodinámica neonatal, consiguiendo reparar defectos congénitos que antes precisaban de cirugía invasiva mediante la introducción de catéteres finos a través de arterias y venas en niños tan pequeños. Así, además del tratamiento de cardiopatías congénitas, el Hospital Gregorio Marañón es centro de referencia para el tratamiento de las malformaciones del sistema nervioso central y otras anomalías graves como las hernias diafragmáticas congénitas, atresias de esófago y otras alteraciones digestivas, gracias al excelente equipo quirúrgico pediátrico, reduciendo la morbilidad asociada al tratamiento habitual de los recién nacidos con estas malformaciones.
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