El deporte, un tratamiento adecuado para los enfermos renales

El deporte, un tratamiento adecuado para los enfermos renales
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La práctica de ejercicio físico resulta eficaz y segura en pacientes con enfermedad renal. Así lo desvela una investigación de la Universidad de Queensland, que acaba de publicar la revista Clinical Journal of the American Society of Nephrology. También puede ser una solución en el caso de que sufran diabetes o presión arterial alta. Por lo tanto se puede decir que el deporte es un tratamiento adecuado para los enfermos renales.

Para ello es preciso que se siga un plan de ejercicio estructurado y un estilo de vida saludable que permita mejorar el nivel físico de los pacientes renales, la salud del corazón y la composición corporal. Para ello se programó un plan de 150 minutos semanales de trabajo físico a ritmo moderado y de ejercicios en grupo en donde se asesoraba sobre los hábitos de vida más saludables. Para que en todo momento los pacientes con enfermedades renales se mantuviesen en el camino correcto contaron con el asesoramiento de un equipo de salud especialista en esta patología, que incluía un nutricionista, enfermera, fisioterapeuta, psicólogo y una enfermera de diabetes. Así lo detallaron en una nota de prensa los miembros de la Sociedad Americana de Nefrología.

En este estudio participaron un total de 83 pacientes escogidos al azar. En el momento de iniciar la investigación, únicamente el 45% de los participantes tenían la capacidad de cumplir con los ejercicios esperados para su edad. Al cabo de un año se comprobó como aumentaba la capacidad aeróbica máxima en un 11%. También se apreciaron leves pérdidas de peso. Otro beneficio que experimentaron estas personas con enfermedades renales al realizar una actividad deportiva fue la mejoría de la actividad cardíaca. Esto resulta de especial importancia porque las personas con enfermedad renal crónica cuentan con un elevado riesgo de muerte prematura a causa de problemas del corazón.

A pesar de los contratiempos en forma de salud que padecen estas personas, se demostró que el ejercicio “se puede realizar de manera segura”, relata la doctora Nicole Isbel, de la Universidad de Queensland y del Hospital Princess Alexandra de Australia. En gran parte esto es así debido al trabajo del equipo de sanitarios que vigilaban su salud, ya que ajustaban con regularidad las dosis de medicamentos para la diabetes y la presión arterial.

Mejoras en la vida diaria gracias al deporte

Otro miembro de estas dos instituciones es Erin Howden, que reconoce que las investigaciones dieron unos resultados muy positivos. Entre otras cosas, se extrae de este trabajo que la inclusión del ejercicio físico estructurado y el apoyo de un equipo adecuado permite conseguir “mejoras en la actitud física, incluso en las personas que padecen de múltiples problemas de salud”. Al conseguir un mejor estado físico también pudieron experimentar mejorías en el terreno de la salud, lo que les permitió obtener ganancias “transferibles a las tareas de la vida cotidiana”.

Está claro que el ejercicio resulta perfecto para cualquier persona, al margen de la patología que sufra. Incluso puede ser una perfecta vía de escape para desconectar de los problemas.

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