Cómo desmontar las excusas para dejar el gimnasio

Los gimnasios no tardarán en llenarse de gente. Parece que la ‘operación bikini’ animará a más de uno para pisar de nuevo las instalaciones deportivas después de unos cuantos meses sin dar señales de vida. Hay un importante número de usuarios que sólo aparecen en ciertos momentos del año como puede ser enero o el comienzo del verano, que son las dos épocas más propicias para apuntarse. Sin embargo no consiguen una regularidad y los esfuerzos de los primeros días no sirven de nada si luego lo dejamos todo a medias.  En el caso de que tengas intención de causar baja en el gimnasio o conoces a alguien con esta idea, nosotros te enseñamos cómo desmontar las excusas para dejar el gimnasio.

Mucha gente

Resulta bastante incómodo estar en el gimnasio y que todas las máquinas estén ocupadas. Es una de las excusas más frecuentes que suelen dar algunos para no acudir a los centros deportivos. Procura acudir a una hora que no sea punta, como puede ser a mediodía o a primera hora de la mañana, ya sea el lunes, martes o miércoles. Los fines de semana por la mañana tampoco suele haber mucha gente. Si te gusta mucho correr en cinta, siempre puedes comprarte una a plazos para tu casa.

Poca complicidad con los monitores

Cuando hay bastantes usuarios en el gimnasio es posible que los monitores no puedan atenderte correctamente. Tampoco podemos pensar que estarán pendientes de nosotros a todas horas. Lo mejor es que contrates un entrenador personal que te prepare un plan individualizado. Será una buena inversión si te ejercitas con él un par de meses. Adquirirás una serie de conocimientos que te resultarán de gran utilidad. Los que prefieran entrenar por su cuenta siempre tienen la posibilidad de aprender de la gente con más experiencia y leyendo.

Aburrimiento

Si acudes al gimnasio y te dedicas a levantar pesas únicamente, lo más probable es que te aburras mucho, pero en cualquier instalación deportiva existen una gran variedad de alternativas para ejercitarnos. Puedes apuntarte a spinning, yoga, body pump, etc. Se trata de experimentar nuevas actividades o incluso de monitor. En ocasiones, un poco de aire fresco tampoco viene mal.

La falta de tiempo

Resulta muy cómodo lo de dejar de entrenar por falta de tiempo. Ponemos la excusa del trabajo, la familia, los compromisos sociales, etc, pero si deseamos hacer deporte es posible sacar unos minutos todos los días para nosotros. Prueba a levantarte una hora antes, y en el caso de que te guste acudir al gimnasio después del trabajo, lo mejor es que vayas directo sin pasar por casa, ya que así te ahorrarás la tentación de quedarte sentado en el sofá.

La falta de resultados

En cuestión de semanas resultará imposible que puedas apreciar los resultados. Hay que ser muy constante y dedicarle mucho tiempo. Pero no todo debe basarse en el ejercicio, ya que también se complementa con una alimentación equilibrada y un descanso adecuado.

Como acabas de ver hemos desmontado todas las excusas que se suelen dar cuando queremos dejar el gimnasio. Ahora ya no puedes rendirte.