Política sanitaria

Ceuta, en emergencia sanitaria: la visita de Sánchez reaviva las quejas por la escasez de médicos

La sanidad en Ceuta se sigue enfrentando a graves carencias estructurales que afectan directamente a la calidad de la atención

Mónica García Pedro Sánchez Sanidad Privada
Mónica García, con Pedro Sánchez.
Diego Buenosvinos

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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha desplazado este jueves a la localidad de Ceuta para inaugurar la nueva estación marítima del Puerto de la ciudad autónoma. Con motivo de este viaje han vuelto a saltar las alarmas por la situación de emergencia de la sanidad de esta ciudad, así como de Melilla. Y es que en estas dos ciudades, su sanidad es gestionada directamente por el Ministerio de Sanidad que dirige Mónica García. 

En concreto, la sanidad en Ceuta se sigue enfrentando a graves carencias estructurales que afectan directamente a la calidad de la atención. La escasez de médicos especialistas y de personal sanitario suficiente genera sobrecarga en los servicios, retrasos en consultas y dificultades para cubrir urgencias o programas preventivos. Además, las infraestructuras hospitalarias y centros de salud carecen de recursos y equipamiento actualizado, lo que limita la capacidad de diagnóstico y tratamiento.

Los profesionales denuncian que, sin medidas concretas para atraer y retener personal, mejorar instalaciones y dotar de tecnología adecuada, la sanidad local no podrá responder de manera eficiente a las necesidades de la población, especialmente en áreas críticas como pediatría, medicina interna o urgencias.

Pedro Sánchez, mirando hacia otro lado, esconde una situación que ha sido denunciada desde distintos ámbitos sociales y médicos, sin que se refuercen todo tipo de medidas sanitarias.

La sanidad pública en Ceuta y Melilla presenta particularidades únicas dentro del sistema sanitario español debido a que ambas ciudades autónomas dependen directamente del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA), un organismo adscrito al Ministerio de Sanidad. A diferencia del resto de comunidades, que tienen transferidas las competencias sanitarias a sus gobiernos regionales, en estas dos ciudades la gestión, planificación y ejecución de los servicios sanitarios se realiza desde la Administración General del Estado. Esta estructura centralizada influye tanto en la capacidad organizativa como en la respuesta a las necesidades asistenciales locales.

Presión asistencial

Con diversos informes de sindicatos y asociaciones profesionales, se llevan años destacando una serie de desafíos que afectan al funcionamiento cotidiano de la atención sanitaria en Ceuta y Melilla. Entre los problemas más señalados se encuentra la dificultad para cubrir determinadas especialidades médicas. Muchos puestos son catalogados como «de difícil cobertura», lo que provoca rotación frecuente de profesionales y presión asistencial en ciertos servicios. Los sindicatos médicos insisten en que, aunque se han anunciado medidas, todavía no existen incentivos suficientes para atraer y retener a especialistas de manera estable.

En materia de infraestructuras, recientemente se han anunciado inversiones, con un plan que prevé más de cien millones de euros en los próximos años para mejorar servicios hospitalarios, equipamientos y áreas especializadas. Pero siempre son años para su puesta en funcionamiento sin saber si realmente llegarán. Aunque estas cifras representan una apuesta relevante por modernizar los recursos sanitarios, algunos profesionales han expresado dudas sobre su aplicación real y la capacidad de ejecución dentro de los plazos previstos. Junto a las inversiones, INGESA ha introducido nuevas tecnologías, como sistemas biométricos de identificación mediante reconocimiento facial en centros de salud, una medida que ha generado debate público debido a sus implicaciones en materia de privacidad y protección de datos.

Las críticas sindicales

También existen otros aspectos organizativos que han suscitado comentarios, como la estructura de los comités de seguridad y salud laboral, la gestión de riesgos profesionales y las diferencias entre ambas ciudades en la puesta en práctica de determinados protocolos. Aunque INGESA defiende que la organización está correctamente estructurada, los sindicatos mantienen que persisten áreas de mejora, especialmente en comunicación interna y planificación estratégica.

Por último, tanto la ciudadanía como los profesionales reconocen que Ceuta y Melilla, por su ubicación geográfica y características poblacionales, requieren una atención sanitaria especialmente adaptada a sus particularidades, algo que el Gobierno de Pedro Sánchez ignora por completo. La gestión estatal ofrece ciertas ventajas, como una vía directa para recibir inversiones nacionales, pero hasta ahora, en siete años de Gobierno del PSOE, Sumar y sus socios, han llegado a cuenta gotas. El consenso general apunta a la necesidad de continuar reforzando la dotación de personal, optimizar la organización interna y garantizar que las inversiones anunciadas se traduzcan en mejoras tangibles para la asistencia sanitaria de ambas ciudades.

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