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¿Qué es la candidiasis intestinal? Causas y síntomas

¿Qué es la candidiasis intestinal? Causas y síntomas
¿Qué es la candidiasis intestinal? Causas y síntomas

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Aunque es más conocida la homónima infección por hongos que muchas mujeres sufren en sus partes íntimas, lo cierto es que la candidiasis intestinal también es un problema común, aunque no hayamos oído tanto sobre este. Conoce más sobre la candidiasis intestinal.

Es por ello que es importante tener información sobre lo que esta infección puede suponer para evitar sufrirla, conociendo también las causas y qué hacer para prevenir su aparición.

Sea cual sea tu edad, si no cuidas tus hábitos podrías padecer un episodio de candidiasis, así que sigue leyendo para descubrir todo lo que necesitas saber sobre esta molesta enfermedad que en algunos casos puede incluso llegar a ser mortal.

Lo primero que debes saber es que la candidiasis intestinal no es otra cosa que lo que se produce en nuestro estómago cuando por alguna razón se altera el equilibrio bacteriano que existe en el intestino, un ecosistema de más de 2.000 especies bacterianas entre las que podemos encontrar levaduras, virus y hongos, uno de los cuales conocemos como candida albicans y tiene efectos positivos en nuestro cuerpo siempre que el resto de nuestra microbiota intestinal se mantenga normal y estable.

¿Qué es la candidiasis intestinal? Causas y síntomas

El problema aparece cuando esta estabilidad se desequilibra y el nivel de levadura aumenta en exceso, algo que puede ocurrir por múltiples razones.

Conoce las causas

Entre ellas encontramos desde carencias como la de las enzimas digestivas, el ácido clorhídrico o  de algunos nutrientes esenciales, hasta los malos hábitos alimenticios como el exceso de azúcar, de bebidas alcohólicas, de levaduras, trigo, carbohidratos simples y refinados e incluso el consumo de embutidos, de carne no ecológica o de peces de piscifactoría.

Pues la carne suele tener restos de las hormonas y medicamentos que han consumido previamente los animales de granja y los peces suelen estar intoxicados con mercurio y alimentados con soja transgénica, trigo y restos de animales muertos, algo nada saludable para nuestro sistema digestivo.

A su vez, la diabetes o la obesidad, el uso de antibióticos y los niveles de estrés elevados (o los el crecimiento de los niveles de progesterona ocasionado por el embarazo) también podrían ayudar al desarrollo de la candidiasis, pues por ejemplo cuando la progesterona aumenta, o bien provoca resistencia a la insulina causando un exceso de glucosa en la sangre (lo que favorece el crecimiento de las cándidas) o bien induce a las glándulas endometriales a producir glucógeno con el mismo resultado, así que en este caso es algo difícil de evitar.

Lo mismo pasa con el estrés, que además de hacer que aumente el cortisol y la glucosa deprime el sistema inmune y destruye la flora bacteriana intestinal.

Y aunque en esos casos prevenirlo es más complicado y será muy conveniente la ayuda de un profesional ante cualquier síntoma que pueda alertarnos de candidiasis, sí que es más sencillo controlar las otras situaciones que hemos mencionado para reducir -tan solo controlando y mejorando nuestros hábitos de alimentación- la posibilidad de sufrir candidiasis. 

¿Cuándo deberíamos alarmarnos?

La siguiente pregunta es qué síntomas deberían darnos alguna pista sobre el hecho de estar sufriendo candidiasis o estar a punto de sufrirla, para poder detectarlos y así acudir cuando antes a un médico; y la respuesta no es complicada.

Aunque sí es cierto que hay algunos síntomas que no son del todo claros pues suelen asociarse a muchas otras enfermedades (como el malestar general o el cansancio), la clave para empezar a preguntarnos si sufrimos candidiasis es fijarnos en si todos (o la mayoría) de los síntomas afectan a nuestra digestión, provocando un exceso de gases, diarrea, distensión abdominal, retención de líquidos… e incluso ansiedad por dulces y carbohidratos.

Si a estos síntomas, además se le suman otras dolencias o incomodidades anómalas como los pies y las manos frías, la lengua blanquecina, la confusión mental, el cansancio irreparable y la dificultad para tomar decisiones; todo indica que efectivamente se trata de candidiasis intestinal.

Diagnóstico y tratamiento

En caso afirmativo, el médico lo detectará rápidamente mediante un análisis de sangre, un cultivo microbiológico, por un test de la arabinosa en orina, kinesiología, o biorresonancia, e incluso existe un curioso test científico (explicado por Andreas Moritz) que podemos hacer en la comodidad de nuestro hogar y que consiste en enjuagarnos la boca al despertarnos y llenar un vaso de agua fresca en el que incluyamos un poco de saliva.

Si tras dejarlo reposar tres cuartos de hora, en el vaso hay pequeñas motas turbias suspendidas en el agua, saliva extraña en el fondo del vaso o hebras formadas a partir de la saliva, suele significar que sí se tiene una infección por cándida.

El tratamiento no es complicado, pues el profesional recetará un cambio de hábitos en el que se suele poner especial importancia en la alimentación (por ejemplo eliminando setas, fruta alcohol, lácteos, cafeína y embutidos, entre otros), y en el que también se pueden emplear -si fuera necesario- sustancias con cualidades antifúngicas como el ácido caprílico, el aceite de orégano o algún probiótico como el Lactophilus.

 

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