¿De verdad, Sánchez, que esto es un asalto «bien resuelto»?
Lo del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no tiene nombre: decenas de inmigrantes perdieron la vida en Marruecos, aunque el país magrebí habla de 18 fallecidos, al intentar saltar la valla de Melilla durante una acción «organizada y violenta» en la que otros 76 inmigrantes resultaron heridos, 13 de ellos graves, junto a 140 agentes marroquíes. Del lado español, 49 guardias civiles y 57 inmigrantes heridos es el balance de un asalto que se saldó con la entrada en Melilla de 133 personas. Y, sin embargo, Sánchez dijo que la «situación se resolvió bien». Es el incidente más grave registrado en la frontera hispano-marroquí desde el giro de Pedro Sánchez en relación con el asunto del Sáhara y se produce en vísperas de la cumbre de la OTAN en Madrid, los próximos 29 y 30 de junio, reunión que el Gobierno quiere aprovechar para que la Alianza Atlántica garantice la seguridad de Ceuta y Melilla ante las «amenazas del flanco sur». Según Sánchez, lo ocurrido se debe «a las mafias que trafican con personas» y ha subrayado la «extraordinaria cooperación de Marruecos», pese a que Rabat no le informó en ningún momento de la tragedia. Policía y Guardia Civil llevan denunciando durante meses la falta de medios para hacer frente a asaltos como este, pero lo cierto es el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha hecho oídos sordos a las reivindicaciones de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Las autoridades marroquíes preveían este ataque desde hace más de una semana después de que cientos de emigrantes subsaharianos se congregaran en montañas difícilmente accesibles situadas a unos 20 kilómetros al oeste de Melilla. Sánchez ha puesto el acento en la cooperación marroquí, pero está por ver qué dice Podemos después de que en los violentos incidentes murieran, no se sabe en qué circunstancias, decenas de personas. O el presidente del Gobierno no se enteró de la media o este hombre ha perdido el sentido de la realidad. O las dos cosas. Porque afirmar que el asalto «se ha resuelto bien» cuando lo ocurrido es una tragedia resulta inaceptable.