Venezuela, Irán, Turquía… y España
Lean, lean, una y otra vez, frótense los ojos, si lo desean, suspiren, profieran juramentos por las ventanas, pero de nada les va a servir, apreciados lectores míos. Formamos parte de esta deshonrosa lista, ante la cual, no hace falta aportar mayores argumentos ni se puede oponer resistencia alguna…
España, Venezuela, Irán y Turquía son los cuatro países, junto con Palestina, que no han condenado, como el resto del planeta, el ataque de Hamás, sino que van más lejos, ya que condenan, airadamente, lo que definen como «genocidio» por parte del gobierno de Israel.
En efecto, España es el único país de la UE, de hecho, que no se ha solidarizado públicamente con Israel después de haber sufrido la mayor masacre desde el Holocausto, el verdadero e indiscutible genocidio.
Veamos, Nicolás Maduro, dictador venezolano está totalmente de acuerdo con las ministras de ultraizquierda del gobierno de Sanchez que, tristemente, es el nuestro, el que nos dirige y representa en el mundo.
Como es lógico, otro dictador, el iraní Ebrahim Raisi, acusa, como Ione Belarra e Irene Montero, al gobierno de Netanyahu de genocidio. Podría calificarse de divertido pero no de sorprendente conociendo que son los principales patrocinadores de la banda terrorista Hamás, entre otras como Hezbolá en el Líbano, la Yihad Islámica en Palestina y terroristas islamistas en Bahrein.
En cuanto a Turquía, se dice que colabora con Hamás con soporte financiero e infraestructura y que alberga a los propios terroristas en su territorio como descanso, fuerte y centro de reclutamiento. Erdongan, ¿qué podíamos esperar? También acusa a Israel de masacre.
Palestina, gobernada por Shtayyeh desde 2006 sin que se hayan celebrado unas nuevas elecciones, ¿hablamos de otra dictadura?, por supuesto condena lo que califica como «genocidio» por parte de Israel.
En estas circunstancias, quizá lo primero que habría que hacer es explicarles, al menos a nuestros políticos (y a algunos periodistas) qué es un genocidio, no parecen demasiado instruidos en la materia.
El genocidio es el top crime bajo el derecho internacional y se considera una de las peores atrocidades que puede cometer la humanidad. El término fue acuñado por el jurista polaco Raphael Lemkin en 1944 y se hizo más conocido después de la Segunda Guerra Mundial, en la que el régimen nazi llevó a cabo el asesinato sistemático de millones de judíos, así como a otros grupos perseguidos, como gitanos y personas con discapacidades.
El genocidio es un acto deliberado de exterminio de un grupo étnico, religioso, racial o nacional específico, con el objetivo de destruirlo, que puede involucrar asesinatos en masa, persecución, desplazamiento forzado, tortura, violencia sexual u otras formas de agresión.
Lo segundo que deberíamos hacer, pero no menos urgentemente, es analizar, en silencio, cada uno desde el recogimiento de su conciencia, si es de recibo sostener un gobierno donde dos amigas activistas, (creo que se puede decir chaladas) como Belarra y Montero, nos sitúan en semejante club, junto a Irán, Venezuela y Turquía, y no en la única posición aceptable y digna ante el escaparate internacional.
Porque esto que ocurre hoy en España y que sucede con toda la impunidad de la que disfrutan nuestros gobernantes locos, sin consecuencias para ellos (¿pactaría Sanchez con Hamás por cuatro votos?)… Esto sí que tendrá consecuencias para España.