La torpeza de las hermanas del Rey, Elena y Cristina

El enfado de la ciudadanía española está más que justificado al enterarse de que las Infantas Elena y Cristina, hasta hace seis años miembros activos de la Familia Real y representantes de la institución de la Corona a todos los efectos, se habían vacunado por su cuenta y riesgo para evitar el contagio del coronavirus en la capital de los Emiratos Árabes Unidos. Sin consultar a algún responsable de la Casa del Rey, con la que se supone mantienen actualmente poco o ningún tipo de contacto; sin pensar en las consecuencias que esa decisión podía tener en un momento de grave crisis de la institución monárquica, que sufre uno de los más graves periodos de acoso por parte de las fuerzas republicanas,  los partidos secesionistas catalanes y vascos, los grupos antisistema y radicales de izquierdas; y sin tener en cuenta que su gesto egoísta iba a dar nuevos argumentos a los que quieren derrocar la monarquía, ellas aceptaron el ofrecimiento de los emiratíes de ponerse la vacuna ansiada por millones de españoles sin pensar en nada más.

Su decisión, que explican se debió a la conveniencia de tener un pasaporte sanitario y poder visitar así a su padre, el rey emérito Juan Carlos, sin problemas, ha dado lugar a los comentarios más encendidos y despreciativos por parte de la mayoría de los medios de comunicación. Y también, por supuesto, han dado argumentos a los enemigos de la Corona que, de forma sarcástica, califican a las Infantas Elena y Cristina de actuar como las peores enemigas de su hermano, el Rey Felipe VI, al no pensar en las consecuencias que para su imagen iba a tener su irresponsable decisión de vacunarse.

La noticia, como es lógico, cayó como una bomba en el Palacio de la Zarzuela. No podían creer que dos días después de tener que afrontar las críticas y suspicacias de todo tipo al conocerse la segunda regularización fiscal del anterior monarca, de nuevo la Casa Real estaba en entredicho por la irresponsabilidad de las hermanas de Felipe VI. Cuando los que abominan de la monarquía están fuera del entorno de don Felipe, está claro como afrontar la defensa. Lo malo es cuando las causante de este nuevo escándalo están dentro de la familia y hasta bien poco, dentro de la propia institución. Por supuesto, portavoces de la Casa del Rey se apresuraron a reiterar que los Reyes y sus hijas, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, se vacunarán cuando les toque, según las normas sanitarias. Y algo que añadir, dentro de la sensatez que sigue existiendo en el Palacio de la Zarzuela: la Reina Sofía, que tiene 82 años, no se ha vacunado aún pero lo hará y acudirá a vacunarse al centro de salud que le corresponde en El Pardo previsiblemente en las próximas semanas, cuando la avisen para que lo haga. La madre del actual Jefe del Estado pertenece al ISFAS, Instituto Social de las Fuerzas Armadas. Un gesto más del recto comportamiento de doña Sofía a lo largo de sus largos años de ejercicio de su papel de consorte del Rey de España.