Los socialistas y los impuestos: teoría y práctica
Los socialistas, especialmente Pedro Sánchez, defienden una política económica basada en un gasto expansivo y un nivel muy elevado de impuestos. Su propuesta de subir el IRPF en cuatro o cinco puntos y de tratar de armonizar —para subirlos— los impuestos de Sucesiones y Donaciones o incluso incrementar el de Patrimonio y obligar a todas las regiones a imponerlo, básicamente a Madrid, que lo mantiene bonificado al 100% es conocida dentro de su discurso para que paguen las personas a las que ellos consideran “ricos”, es decir, la clase media profesional, a lo que se añade su cruzada contra las sociedades patrimoniales, las SICAV y otras figuras.
Pues bien, esa teoría impositiva de los socialistas, cuasi confiscatoria, deberían cumplirla ellos mismos. Sin embargo, nos encontramos con el hecho de que el ministro Duque utiliza unos inmuebles a nombre de una empresa que posee. Si cumple con las normas legales de imputación de ingresos por alquileres en la sociedad, paga los impuestos que correspondan y opera conforme a la ley, no hay nada legal que objetar. Él ha dicho que es una fórmula más conveniente para que sus descendientes tengan menos problemas a la hora de heredar si a él o a su mujer les pasase algo, cosa que esperemos que no ocurra.
El problema que tiene Pedro Duque es que pertenece a un Gobierno presidido por un presidente que dijo que echaría de sus equipos a cualquier persona que emplease una empresa para pagar menos impuestos, aunque fuese legal dicha práctica. Y ahí es donde los socialistas defienden una teoría pero no se la aplican en la práctica, porque bajo esos postulados, Sánchez tendría que haber destituido a Duque, y, sin embargo, el ministro ha sido confirmado en el cargo.
Pedro Duque, de quien nadie pone en duda que sea un gran ingeniero y astronauta, es lógico que quiera eliminar obstáculos a sus herederos en una posible sucesión, pero el partido que sujeta al Gobierno del que forma parte ha demonizado esas prácticas, aun si se cumple con todos los trámites legales, cuando se ha tratado de otras personas ajenas a los socialistas. No se puede defender esto y, sin embargo, defender también unos elevados impuestos no sólo de IRPF o Patrimonio, sino especialmente de Sucesiones, que fuerza a muchas personas a renunciar a la herencia que recibirían porque no pueden pagar a Hacienda, como pasa en muchos casos en algunas regiones, generalmente socialistas, que son las que tienen los impuestos más elevados.