Si la Superliga es de ‘ricos’, ¿lo de Tebas qué es?

Si la Superliga es de ‘ricos’, ¿lo de Tebas qué es?

El presidente de la Liga, Javier Tebas, cargó duramente contra los clubes fundadores de la Superliga europea con el argumento de que eran unos ricos insolidarios que se movían sólo por intereses económicos. Pues bien, mientras la crisis desatada por el coronavirus ha dejado maltrecha las economías de los equipos españoles, los órganos de dirección de la Liga han incrementado su gasto anual un 30%. Tebas tiene uno de los salarios más elevados de cualquier dirigente del deporte europeo con 3,46 millones de euros anuales, pero es que el cuadro del organismo que preside no le anda a la zaga: 17 directivos y una estructura en la que aparecen hasta 78 cargos de responsabilidad. No es de extrañar que el gasto del personal haya crecido un 22,1% este último año hasta situarse en los 32,1 millones de euros. Nóminas de oro para una Liga que maneja el dinero sin demasiados controles. Tebas le pide a los clubes -que son los que pagan la fiesta- que controlen sus gastos y él derrocha a manos llenas. Hay que ser hipócrita para decir que «el gran problema no es subir los ingresos de los clubes, sino que el problema del fútbol es tener más control del gasto que de los ingresos».

O sea, Tebas se lleva casi 3,5 millones de euros al año y les pide a los clubes austeridad. Menudo chollo: te montan el negocio, te lo sufragan, te pagan la nómina y, encima, les da lecciones de austeridad y de contención en el gasto empresarial. Algo parecido a la UEFA: los grandes clubes arriesgan su dinero y los dirigentes de la Unión de Federaciones Europeas de Fútbol se lo llevan calentito. Y cuando a los grandes clubes europeos se les acaba la paciencia, los prebostes del organismo con sede en Suiza ponen el grito en el cielo acusándoles de pensar sólo en el dinero. La hipocresía cotiza al alza, aunque algunos se llevan la palma. Tebas, desde luego.

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