El sanchismo engulle a Gabilondo

El sanchismo engulle a Gabilondo

El PSOE en el que llegó a creer una parte de los españoles ya no existe. El Partido Socialista Obrero Español ha sido engullido por el Partido Sanchista y, en su deriva, ha perdido por el camino las dos últimas letras de sus siglas, sin intención alguna, al parecer, de recuperarlas.

Primero fue Pedro Sánchez, que se sentó a hablar con los separatistas, ocultó los 21 puntos del documento secesionista que recibió de Quim Torra y llegó a prometerle que nombraría un “relator”, como si la ruptura de nuestro país pudiera ponerse en una balanza o negociarse.

Lo peor es que detrás de Sánchez han venido otros, hasta llegar a Ángel Gabilondo. Porque el candidato socialista a la Comunidad de Madrid, que siempre ha intentado presentarse como independiente, ha terminado comprando las absurdas tesis de su jefe de filas.

Recuerdo con cierta rabia y vergüenza el pleno de la Asamblea de Madrid de
noviembre de 2018 en el que Gabilondo y todos los diputados de su bancada se rompieron las manos a aplaudir tras tumbar una propuesta de Ciudadanos: rechazar el indulto para quienes resultasen condenados en el Tribunal Supremo por el golpe separatista en Cataluña.

El objetivo de esta iniciativa era claro, y lo mantenemos hoy: unir a todos los
constitucionalistas en defensa de nuestra Carta Magna y evitar cualquier privilegio a aquellos que se han reído de todos los españoles saltándose la ley por sistema. Ingenua de mí, mantuve hasta el último minuto la esperanza de que la iniciativa saliera adelante por amplia mayoría, pero la perdí en el momento en el que Ángel Gabilondo se negó a subir a la tribuna de oradores.

Ignacio Aguado, nuestro portavoz, le invitó a poner las cartas sobre la mesa y a explicar el sentido de su voto, pero el delegado de Sánchez lo rechazó por dos veces, diciendo que no con la cabeza y con la mano y poniéndose, como viene siendo habitual, de perfil frente a los problemas reales. Ahí lo confirmé: el PSOE al completo había entrado en el juego destructor del sanchismo.

Aguado defendió que España necesita certidumbre, proyecto y unidad. No podemos tener un presidente del Gobierno que apueste por el “diálogo” como solución mágica a la ruptura de España. ¿Diálogo con quién y para qué? ¿Diálogo sobre cómo separar a los catalanes? ¿Diálogo con quienes nos llaman “bestias taradas”? ¿Diálogo para seguir en la Moncloa a cualquier precio? Esa es la propuesta de los socialistas y esa es la línea que ha asumido
Ángel Gabilondo en Madrid. Y lo ha demostrado defendiendo las conversaciones con el independentismo y celebrando como si fuera un carnaval el decaimiento de nuestra propuesta contra los indultos.

Ciudadanos no se ha movido, es el sanchismo el que ha cerrado la puerta a sus propios votantes negándose a descartar los indultos, con esos guiños a los independentistas, con su decisión de tener como socio a Íñigo Errejón en Madrid y con su afirmación de que España es una “nación de naciones”
Por todo ello, no gobernaremos con ellos. Ciudadanos defiende una Comunidad de Madrid de personas libres e iguales, unidas a España y solidarias con ella. Defendemos una visión de centro liberal inconformista, que mira a Europa y que está, sobre todo, alejada de los extremos. Eso es Ciudadanos y con esta propuesta salimos a ganar las elecciones.

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