Sánchez «venezonaliza» la Justicia

Sánchez «venezonaliza» la Justicia
editorial-venezonaliza-interior

La llegada a la Fiscalía General del Estado de la ex ministra de Justicia Dolores Delgado es el primer paso de una estrategia de largo alcance cuyo objetivo final es el sometimiento de la Justicia, lo que de hecho significa quebrar la piedra angular de las democracias: la separación de poderes. Cuando Pedro Sánchez habló en su discurso de investidura de «desjudicializar» la política apuntó las claves de un plan que está inspirado en el proceso llevado a cabo por Hugo Chávez en Venezuela, si bien de manera más sutil.

De lo que se trata, en suma, es de perpetuarse en el poder por la vía de un alianza con la izquierda radical y las fuerzas separatistas: un proyecto de dilución de las instituciones que pasa por romper el contrapeso judicial. Para su estrategia de ruptura del modelo del 78, los tribunales de Justicia suponen para Pedro Sánchez un problema. Hay cosas que le gustaría hacer al presidente del Gobierno que son inviables en un Estado de Derecho, de modo que lo que intentará el jefe del Ejecutivo es emprender un proceso de reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal para que los fiscales -¿de quién depende la Fiscalía?- asuman la instrucción de los casos suplantando la función de los jueces.

El plan es siniestro porque, bajo la apariencia de normalidad democrática y de separación de poderes, el Gobierno socialcomunista emprenderá un proceso en el que los fiscales, sometidos jerárquicamente al Gobierno, y con la connivencia de la fiscal general del Estado puesta en el cargo para controlar el plan, derivará en un escenario en el que el Ejecutivo será finalmente quién decida a quién se persigue penalmente y a quién no. O sea, lo mismo que ocurrió en Venezuela, pero de forma más taimada.

En suma, un golpe institucional en toda regla que, de facto, convertirá la democracia española en un mero trampantojo. Se erigirán en garantes del Estado de Derecho, pero todo será un efecto óptico, porque el actual régimen de libertades habrá sido sustituido por un totalitarismo «light»que les permita ocupar el poder sin que la mayoría de españoles lo note. Ese es el plan.

Lo último en Opinión

Últimas noticias