Salvados por la moqueta

Podemos se ha ahorrado 3,3 millones de euros en sueldos. ¿Austeridad? ¿Contención en el gasto? Nada de eso. Lo que ha hecho es colocar a todos sus cuadros en el Ejecutivo y la Administración del Estado. Dicho de otro modo: antes los pagaba Podemos, ahora los pagan todos los españoles. En las cuentas anuales de la formación morada, que en 2019 estaban en números rojos, se observa cómo han recuperado la estabilidad económica por la vía de ahorrarse tantas nóminas como personal han colocado en la Administración. El partido que fundó Pablo Iglesias y ahora lidera Ione Belarra declaró en 2019 11.052.137 euros en gastos de personal; un año después, a 31 de diciembre de 2020, Podemos reconoce unos costes de personal de 7.704.760 euros, una diferencia de 3.347.377 euros.

O sea, entre ministros, secretarios de Estado, subsecretarios, directores generales y asesores, la formación morada logra un considerable ahorro por la vía de convertir en nóminas públicas lo que antes eran nóminas privadas. La formación morada cerró 2019 con 2.648.097 de pérdidas. Un año después ha conseguido equilibrar las cuentas y obtener unos resultados positivos de 2.107.090 euros, en parte porque también sus «gastos de actividad ordinaria» pasan de 6,1 millones a 3,4 millones de euros. Se trata de desembolsos en servicios exteriores (consultoras, eventos, etc.), tributos, aprovisionamientos y variación de existencias que también se ven beneficiadas por el hecho de formar parte del Gobierno. Y eso que en el capítulo de Ingresos de Origen Público -básicamente subvenciones en función de sus resultados electorales- Podemos ha pasado a ingresar 11 millones de euros frente a los 14 de 2019 .

La llegada de Podemos al Gobierno socialcomunista de Pedro Sánchez se ha traducido en un auténtico negocio para la formación morada: de ahí que la permanencia en el Ejecutivo se haya convertido en su tabla de salvación. Ahora se entienden que no estuvieran dispuestos a renunciar a ninguno de sus ministerios. Salvados por la moqueta, cabría decir. Y es que cambiar de pagador -todos los españoles- es un chollo.