Roban como una mafia y se atrincheran como una secta
Es difícil imaginar lo que puede pasar mañana en un país donde el partido del Gobierno combina los casos de agresión sexual con los de corrupción en una secuencia interminable de acontecimientos que revelan hasta qué punto el sanchismo lo ha degradado todo. Mientras la UCO tiene que multiplicarse en mil frentes -Correos, Hacienda, Transición Ecológica- en busca de pruebas del descomunal saqueo perpetrado por el socialismo, al PSOE se le ha caído también, de cuajo, la pancarta feminista, triturada por el indigno papel desempeñado ante las denuncias por acoso de las mujeres que sufrieron las agresiones sexuales de la pandilla de depravados del círculo de Pedro Sánchez. O te roban o te agreden sexualmente. O las dos cosas. El sanchismo ha inundado de mugre España y lo peor es que a sus socios y aliados les es más rentable seguir con esa mugre antes que permitir que los españoles se expresen en las urnas. Y, entre tanto, la democracia soportando a duras penas el peso del estercolero.
La única certeza que existe es que en el PSOE y el Gobierno todo es susceptible de empeorar, pero sería absurdo perderse en disquisiciones sobre el daño que Pedro Sánchez le está haciendo y va a hacerle a un partido que funciona como una mezcla de secta y mafia, porque lo grave, en todo caso, no es cómo quede el PSOE, sino el daño que le está haciendo a España. Porque no es que hayan esquilmado groseramente el dinero público o aparezcan retratados como sucios encubridores de agresores sexuales, sino que su plan de resistencia pasa por tratar de deslegitimar a todos aquellos que, desde distintos ámbitos, empezando por la justicia y los medios de comunicación, vienen denunciado desde hace mucho tiempo el nulo comportamiento democrático del autócrata que se ha parapetado en Moncloa. Esto durará no se sabe cuánto, pero cuánto más dure, más daño.