¿Por qué nos responden en WhatsApp?

WhatsApp

¿Cuántas veces te han dejado en visto en WhatsApp en los últimos meses?
Imagino que estaréis asombrados por la cantidad de veces que os han dejado en visto. Y es lógico, cuando alguien no nos responde, tenemos esa extraña sensación de rechazo hacia nosotros, y naturalmente nos preguntamos el porqué de ese silencio.

Pero no os preocupéis, esto no sólo nos pasa a nosotros. En una famosa carta que Napoleón le escribió a Josefina, le reclamaba: «Ya no me escribes; ya no amas a tu marido. ¡Sabes el placer que tus cartas le producen y no le escribes más que seis líneas trazadas al azar!». Lo increíble es que, si Napoleón, en medio de la batalla de Austerlitz, sacaba tiempo para escribir a Josefina, ¿cómo es posible que el fontanero no te pueda confirmar cuándo puede venir a casa?

Las cartas, ese maravilloso invento de la humanidad, históricamente se sitúan en la Grecia de los siglos VI y IV a.C., y en La Ilíada ya encontramos alguna referencia. Las cartas permitieron a los imperios comunicarse, a los amantes mantener viva la llama del amor (no olvidemos las fogosas cartas que Benito Pérez Galdós le escribía Emilia Pardo Bazán), y a las familias continuar con los lazos de cariño o romperlos (como la carta que Virginia Wolf le envió a su marido anunciándole su suicido). Recibir una carta era un suceso, porque las comunicaciones y el tiempo eran diferentes en épocas analógicas.

Gracias a las cartas de grandes personalidades, hoy conocemos parte de nuestra historia. En ellas se relataba, no solo lo que les acontecía, sino también el mundo que les rodeaba, tal como afirmaba Unamuno: «Mi biografía son mis cartas». Si tenemos en cuenta lo que escribimos en WhatsApp, ¿cuál sería nuestra biografía?

Hoy no escribimos cartas, chateamos a través de WhatsApp y de las redes sociales, chatear proviene de chat en inglés, que significa charlar. Y confieso que me parece muy correcta en su utilización, ya que, literalmente, no estamos escribiendo. Escribir es, según la RAE, «representar las palabras o las ideas con letras u otros signos trazados en papel u otra superficie». Así que no, no escribimos en digital. Escribir es tener papel y lápiz y redactar.
Y pensando en todas estas vicisitudes, y en el hecho de que en la era de la comunicación inmediata, hay muchos que prefieren darnos un plantón digital; la semana pasada creé una encuesta digital para preguntarle a la gente que por qué creían que nos dejaban en visto en WhatsApp. Y éste fue el resultado:

  • Falta de interés: 38%
  • Falta de tiempo: 27%
  • Se olvidó: 21%
  • Mala educación: 15%

Así pues, la mayoría no contesta por falta de interés. Y las razones de esa apatía pueden ser muchas. La primera es porque al tener la posibilidad de comunicarnos de manera inmediata, ya no sentimos la necesidad de responder rápidamente.

La segunda es por tiempo, que es una razón comprensible, todos estamos muy ocupados. Lo que resulta verdaderamente molesto es que finalmente nunca nos respondan.

Y tercero, porque hemos ido perdiendo el respeto y la empatía, y como en lo virtual no tienes la mirada del otro que te increpa, no te sientes en la obligación moral de responder.

Dicen que, en una ocasión, Cicerón estaba muy enfadado porque Bruto le había escrito una carta de tan solo tres líneas, lo cual resultaba inaceptable para la época. ¿Os imagináis si Cicerón tuviera WhatsApp?

Lo último en Opinión

Últimas noticias