Premio a los golpistas y maltrato a los extremeños

Premio a los golpistas y maltrato a los extremeños

Extremadura necesita con premura un justo aumento de la inversión que mejore la precaria red ferroviaria extremeña. Este mismo lunes, un tren de Renfe que cubría la línea de Madrid a Zafra ha descarrilado a la altura de Torrijos (Toledo), aunque, afortunadamente, no se han tenido que lamentar heridos. Se trata del segundo incidente en sólo dos semanas que atañe a la empresa pública, el último percance dejó a 160 pasajeros atrapados en medio de la nada a la altura de Navalmoral de la Mata (Cáceres) el 1 de enero, unos hechos que dejan en evidencia la nefasta gestión del Ministerio de Fomento liderado por José Luís Ábalos. De hecho, el Gobierno sólo ha ejecutado el 54,5% de los gastos de inversión a cuenta de 2018. El ministro trató de acallar las quejas prometiendo una licitación de 375 millones de euros para las líneas convencionales y Alta Velocidad en el primer semestre de 2019, pero al ver la conformación de los Presupuestos de Pedro Sánchez la sorpresa ha sido mayúscula para los extremeños y deja claro para quien gobiernan los socialistas.

Saltarse la ley y atropellar la Constitución española parecen ser dos requisitos indispensables para que Sánchez tome en serio a las diferentes autonomías que conforman España. El Gobierno del PSOE, según las cifras elaboradas por Economía y Hacienda, ha decidido premiar al golpismo catalán subiendo la inversión al 18% este año y lo hace con un único propósito: no salir de La Moncloa. Si quiere que el PDeCAT y ERC respalden sus irreales cuentas públicas en el Congreso y seguir ostentando el poder hasta 2020 la chequera, ya le han advertido sus socios, tiene un precio: 2.251 millones de euros, esta es la cifra que irá a parar a la desleal Cataluña.

Frente a esto, y pasando por encima del artículo 138 de la Carta Magna, el cual es garante de que el principio de solidaridad entre regiones sea efectivo y vela por el establecimiento de un equilibrio económico justo en las distintas partes de España, Sánchez abandona a su suerte a Extremadura y sólo contempla la irrisoria inversión de 491 millones de euros, es decir, un ridículo 4% de la inversión total en las comunidades autónomas. Con las cifras y los hechos en la mano, no queda más camino que afirmar que la vileza y la deslealtad de Sánchez no conoce límites. El socialista, que juró defender la Constitución hace apenas unos meses, está traicionando a los españoles que respetan el marco de convivencia constitucional y condecorando a los enemigos de la unidad de España.

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