El PP: cambio de conductor, motor y ruedas

El PP: cambio de conductor, motor y ruedas

Algo ha cambiado en estas dos últimas semanas en el ánimo del centroderecha. No sólo ha sido en Barcelona donde, por vez primera en muchos años, el jefe in pectore del Partido Popular consiguió reunir a cerca de mil personas. Tras el seísmo ocurrido en la mitad de febrero, el PP recompone la figura.

El pasado martes, en Madrid, las doscientas caras más conocidas del centroderecha fueron reunidas por el señor de Bembibre, José Luis Rodríguez (NEF) para escuchar a Esteban González Pons y Cuca Gamarra, constituida en administradora única del partido hasta el día 2 de abril. Lo de menos es lo que dijeron, que es ampliamente conocido por todos: libertades, menos impuestos, respeto a las normas, decencia democrática, etc… Lo sustancial es el ambiente, la determinación, el aire que se respira.

¿Va a llegar Alberto Núñez Feijóo a la estación términi, es decir, el palacio de la Moncloa, a la que no ha podido llegar Pablo Casado? Sería un estúpido si pudiera afirmar taxativamente tal cosa. Todavía guardo algún respeto a mí mismo. Lo que sí puedo describir es otro ambiente.

Ni han sido, ni son, tiempos fáciles para España, Europa y el mundo. Nuestro país sufre a la vez distintas crisis de gran envergadura. De enorme calado. El pueblo español, entre temeroso y bloqueado como no lo ha estado en décadas, lucha por su supervivencia familiar y asiste atónito a los devenires de un Gobierno que capota en cada charco. Las democracias, en estos casos, ofrecen soluciones en forma de alternativas. La alternativa, se pongan aquellos como quieran, al día de hoy (mañana lo ignoro) se llama Alberto Núñez Feijóo y viene de Galicia. Es un tipo experimentado y serio. Le avalan cuatro mayorías absolutas consecutivas cosechadas entre sus paisanos, que los de Orense dicen son los más listos de este viejo lar hispano.

Tras el cierre de profundas heridas abiertas en busca de la unidad (sin la que no existe nada en política), Feijóo se enfrenta a la nada fácil tarea de aglutinar a su alrededor una mayoría suficiente para darle la vuelta al país. Esto se escribe más fácil que se hace, sin duda.

Tengo para mí que el nuevo conducator del PP cuenta con una ventaja política añadida para sustituir a Sánchez, siempre bajo la premisa fáctica demostrada de que las elecciones las pierden los gobiernos, no las gana la oposición. En este sentido, el deterioro de Pedro Sánchez, con una nación deshilachada, es muy serio. Deterioro personal como líder y deterioro institucional como Gobierno. El pesimismo que inunda hoy los corazones de millones de españoles es una conclusión clara de lo que afirmo.

Se puede engañar una vez a unos cuantos, pero no siempre a todos. Definitivamente, se puede cambiar de entrenador y de segundo entrenador.

Posdata. En la Operación Feijóo, no se olviden de apuntar estos nombres: el de Esteban González Pons y el de Cuca Gamarra. Conductor, motor y retrovisores.

Lo último en Opinión

Últimas noticias