Pensar que el socialcomunismo gobierne en Madrid provoca escalofríos
Pablo Iglesias se ha convertido en el mayor enemigo de Madrid y los madrileños, hasta el punto de que sus propuestas fiscales se traducen un hachazo de proporciones siderales. De ser la comunidad con menos carga fiscal, Madrid se convertiría en el territorio español con mayo carga impositiva. Imaginen ustedes: si gobierna la izquierda, entre el incremento del Impuesto de Sucesiones y Patrimonio que pretende Pedro Sánchez y la subida de cuatro puntos en el tipo autonómico en el tramo de renta de entre 60.000 a 150.000 euros que ha anunciado el candidato de Podemos, la losa fiscal que soportarían los madrileños resultaría sencillamente insoportable. Dicho de otra forma: la Comunidad de Madrid se convertirá en la región con el tramo autonómico más alto para aquellos que ingresen a partir de los 60.000 euros, un castigo que afectaría de lleno a 258.237 madrileños, según los últimos datos disponibles de la Agencia Tributaria. Son aquellos que ingresan más de 60.000 euros anuales.
Tiene razón Isabel Díaz Ayuso cuando afirma que el 4M los madrileños eligen entre comunismo y libertad, pero es mucho más que eso: los madrileños se juegan también su supervivencia económica, porque es difícil que entre el impuestazo de Sánchez y el impuestazo de Iglesias haya madrileños que se libren de este atraco a dos bandas que promueve el socialcomunismo. El mensaje de Iglesias es meridiano: «Si tú ganas más de 150.000 euros al año y te da igual todo y para ti ser español tiene más que ver con la bandera que con ser solidario pagando impuestos, pues a lo mejor lo que a ti te interesa más, desde una perspectiva egoísta, es votar a la derecha o marcharte a Andorra», dice el líder de Podemos. Y añade: «Si tú no ganas 150.000 ni 100.000 ni 50.000 euros al año, pues igual tu opción debería ser otra». Es un argumento más simple que la horquilla de su coleta, pura demagogia comunista. Quien gana más de 150.000 euros al año son él y su pareja, que les da igual todo. Frente a la apocalipsis fiscal del socialcomunismo, Ayuso defiende seguir bajando impuestos -medio punto menos en todos los tramos del IRPF- para, es lo que no le entra en la cabeza a la izquierda, permitir que los madrileños respiren, consuman y de esa forma recaudar más. Ya saben: el 4M Madrid se juega seguir vivo o convertirse en un territorio desolado por la izquierda.
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