El pasteleo del CGPJ arruinará la fusión PP-Cs
Uno de los lugares comunes más asentados a día de hoy entre las gentes de centroderecha es que el PP, ya que no podrá absorber a Vox, debe absorber a Cs con urgencia. La fusión de partidos ha pivotado normalmente sobre dos elementos: cuotas de poder y programa de fondo.
En cuanto a lo primero, podemos aprender de la historia. Como bien demostraron Pujol en 1980 (con la coalición entre Convergencia y Unió) y Fraga en 1982 (con la coalición AP-PDP), presentar una coalición requiere generosidad por parte del socio grande respecto al pequeño,. En este punto, podríamos decir que la fusión PP-Cs va demasiado lenta, pues no se aprecian avances de reparto de cuotas. A lo más que llega el PP es a fichar tránsfugas que no suman votos, como ha sido el caso de la señorita Lorena en Cataluña. Cuando ha cedido cuota en condiciones (caso vasco), la cosa no ha funcionado por la cuestión de fondo.
Y es que, como decimos, hace falta además una coincidencia de fondo. No necesariamente en cuestiones filosóficas muy profundas, pero sí al menos en medidas programáticas claras. Gran parte del fracaso de la coalición PP+Cs en la autonomía vasca se debió a ambos partidos eran como el agua y el aceite en un tema como la foralidad fiscal. Mientras Cs defiende una posición jacobina centralista, el PP defiende el autonomismo asimétrico tolerante con la foralidad. Con una incoherencia en un asunto tan fundamental en la construcción política vasca, es lógico que la gente no confiase en la candidatura conjunta.
Si importante era la cosa foral en la autonomía vasca, más importante es la cuestión de la separación de poderes en la construcción del Estado. Y aquí nos volvemos a encontrar con dos posiciones irreconciliables. El PP, aunque invoca con la boca pequeña la división de poderes político y judicial de vez en cuando, siempre ha asumido el modelo socialista de nombramiento parlamentario del gobierno del poder judicial. Ciudadanos, en cambio, ha sido y es un partido fiel a la división fuerte: el gobierno de los Jueces, deben elegirlo los Jueces mismos (modelo derogado de UCD, más fiel a la Constitución).
El pasteleo al que asistimos estos días por la reforma del CGPJ, además de ser lamentable por otros aspectos, puede dar al traste con la potencial fusión PP-Cs por la que claman las gentes de orden. Ya sea porque Cs gane aire en una cuestión fundamental, erigiéndose en la alternativa liberal al socialismo judicial del PP; ya sea porque, aunque algún día vayan juntos, lo hagan con una incoherencia insalvable como la ocurrida en la comunidad vasca. La estrategia del PP al respecto está siendo claramente insuficiente: compitiendo con dos partidos que ofrecen un modelo judicial liberal puro, el PP sostiene el socialismo judicial sin más pretensión que el veto a Podemos en el CGPJ.
Lo único que permitiría abonar la fusión PP+Cs sería plantarse ante el PSOE hasta que se modifique la LOPJ y se vuelva a un modelo de separación de poderes rígido. Si el PP no lo hace porque crea en ello, debería hacerlo al menos para no dar aire a Cs. Con el pasteleo judicial, y el fichaje de “Cashetana” (más cercana a Cs que al PP en este asunto), Ciudadanos reviviría con facilidad y la fusión perdería opciones. El pasteleo del PP en la renovación del CGPJ no augura pues nada bueno para la absorción de Cs.