Pasteleo

Pasteleo

Con Álvaro Lapuerta como chivo expiatorio —lo adelantó OKDIARIO— y después de decirse de todo en prensa, radio y televisión, Luis Bárcenas y el Partido Popular han enterrado definitivamente el hacha de guerra para firmar el pacto del quid pro quo. O lo que es lo mismo: hoy por ti y mañana por mí. Este acuerdo de cocción lenta beneficiará a ambas partes. Por un lado, la formación de Génova 13 verá archivado con casi toda seguridad el caso de los ordenadores a pesar de la acusación popular constituida por PSOE, Izquierda Unida, Los Verdes y la asociación Justicia y Sociedad. Un asunto que había llevado por primera vez a un partido a estar imputado como persona jurídica. Por el otro, Bárcenas consigue el trato de favor por parte de la Fiscalía para su mujer, Rosalía Iglesias, que se enfrenta a una pena de 24 años de prisión por el caso Gürtel.

El proceso ha pasado de gran preocupación para los dirigentes del Partido Popular a balsa de aceite. Con el presidente Mariano Rajoy tratando de asentar la gobernabilidad de un Ejecutivo en minoría, la intervención de Bárcenas ya no es una bomba de racimo a punto de estallar sino una molestia menor servida en prime time ante la opinión pública. Al contrario de lo que temían cuando se inició el proceso, no habrá comparecencia de los grandes líderes actuales del partido en sede judicial. Por lo tanto, el golpe de gracia queda desactivado. Ahora es una mera molestia para una formación que, día a día, se afana en poner distancia con respecto a la corrupción.

Gracias a las revelaciones en exclusiva que les ha ofrecido este diario digital durante los últimos meses, sabemos que la paz entre estos enemigos íntimos se ha construido a lo largo de todo un año. Tanto el Ministerio del Interior en asuntos de índole judicial como el diputado Arturo García Tizón para las cuestiones políticas han sido claves para que el extesorero cambiara de rumbo en su estrategia ante el Juzgado de Instrucción número 32 de Madrid. García Tizón es un viejo conocido de Bárcenas desde los tiempos de Antonio Hernández Mancha y Alianza Popular y, al mismo tiempo, amigo íntimo de la mayor rival que tiene el antiguo gerente dentro del PP: María Dolores de Cospedal.

Lo último en Opinión

Últimas noticias