La nueva televisión goebbeliana de Chimo Puig

La nueva televisión goebbeliana de Chimo Puig

Brindar por el 9N, ser delegada de TV3, de Cataluña Radio, el periódico Avui y La Vanguardia en la Comunidad Valenciana ha llenado el estómago de Empar Marco en tiempos de inclemencia para el periodismo. Sacar los pompones frente a las tesis de ruptura con España le ha catapultado primorosamente en la carrera de dirigir la próxima filial de la propaganda soberanista. La terreta ya tiene nuevo aparato de ingeniería social goebbeliana. Un nuevo motor de agitación social. Un nuevo laboratorio de propaganda en el que arrebatar de cualquier atisbo de españolidad a los valencianos. La probeta para arrebatar el escrúpulo a las verdades históricas. La maquinaria de manipulación negociada por el actual presidente de la Generalidad valenciana, Chimo Puig, con el ex presidente de la Generalidad catalana y procesado Artur Mas en la primera semana del mandato del socialista verá por fin la luz en los próximos meses.

La cama redonda de los dos pannacionalistas tuvo lugar a finales de agosto en Menorca. Allí, los entonces presidentes de las dos Generalidades trazaron el esbozo de la próxima legislatura de Puig en la que primaría la puesta en marcha del citado aparato propagandístico pagado con el dinero público de todos los españoles. Por tanto, no ha sorprendido en absoluto que todos y cada uno de los candidatos a la dirección de la Corporación Valenciana de Medios de Comunicación provinieran de los medios públicos catalanes. De esta forma, la Comunidad Valenciana culmina el proceso de ingeniería social que sufrió Cataluña en los años 80 de la mano del PSPV y Compromís. Desde la base, a través de los colegios tras implantar el mismo modelo de proceso de inmersión lingüística en catalán. Y por arriba: estableciéndose en todas las instituciones públicas y entidades de carácter cultural que, a la vez, son el principal cliente de la agencia de medios del hermano de la Generalidad Valenciana, Francisco Javier Puig. Quien ha diseñado y seguirá diseñando la nueva programación de la nueva televisión pública bajo la tutela de Puigdemont.

Además, en estos últimos meses se ha ultimado la coacción a los funcionarios de la Comunidad Valenciana, quienes de acuerdo al borrador definitivo de la futura Ley de Empleo Público que la consejera de Justicia y Administraciones Públicas valencianas, Gabriela Bravo ha elaborado deberán acreditar el conocimiento del “valenciano” reglamentario bien para poder acceder a una plaza pública o bien para poder conservarla.

La sociedad civil se siente indefensa y en riesgo por culpa de la tutela e imposición de una clase política incapacitada intelectualmente. La sociedad civil siente que la capacidad de discernimiento del actual Gobierno valenciano se encuentra secuestrada por una ideología totalitaria de la que dependen sus bolsillos. Y debido a la alarma social que todo ello provoca, los miembros del PSPV y Compromís que se sienten en el derecho de coaccionar a todos los ciudadanos y funcionarios de la Comunidad Valenciana deberían dar ejemplo y someterse a un examen de lengua española y a otro de lengua inglesa de nivel medio con la condición de no poder optar a la reelección en futuros comicios de no sacar un aprobado raspadito. Debiendo ser, además, inhabilitados para disfrutar de cualquier cargo público y optar a ningún puesto en listas electorales locales, provinciales o autonómicas hasta aprobar dicho examen en un lapso de cuatro años desde la fecha de suspenso. Incluso aunque dicho suspenso les obligue a emigrar contra su propia voluntad a tierras catalanas pidiendo el auxilio de un Gobierno de golpistas cuya nómina es pagada por el mismo Estado amenazado de ser destruido.

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