No es oro todo lo que reluce en la revisión del PIB
El Gobierno presenta de manera triunfante la revisión de la contabilidad nacional trimestral del IITR-2022, pero, como podemos observar, dista mucho de que sea un conjunto de datos para festejar. No es oro todo lo que reluce en la revisión del PIB, como podemos ver a continuación:
- Los datos de la revisión del PIB muestran lo mismo que los del avance: una mejoría estacional, que se incrementa algo más que respecto al avance.
- Ahora bien, se debe a que tiene mucho de mero efecto estadístico, pues la mejoría del IITR-2022 en cuatro décimas (hasta el 1,5% intertrimestral), se debe a que el INE revisa cuatro décimas a la baja el ITR-2022, hasta dejarlo en negativo (-0,2%)
- Por ejemplo, empeora el dato trimestral del consumo de los hogares: si en julio estimaba un crecimiento del 3.2% para el IITR-2022, ahora lo deja en ese trimestre en 1,2%, una bajada de dos puntos.
- Lo mismo sucede con la inversión, que en la revisión la rebaja de 2,8% a 2,5% intertrimestral en el IITR-2022.
- Y es que en el IITR-2022 el PIB se acelera trimestralmente por la Semana Santa y el inicio de la campaña turística de verano, pero interanualmente crece prácticamente lo mismo que el trimestre anterior (pese a revisarlo al alza cinco décimas en tasa interanual, hasta el 6,8%).
- Siempre es buena noticia que se crezca, pero al analizar los datos vemos que es un espejismo derivado de la Semana Santa y el verano, pues sigue desacelerándose al comparar interanualmente.
- La demanda nacional se ralentiza mucho respecto al dato de avance de julio. Así, la deja en un 0,6% intertrimestral, cuando en julio daba un 2,2%.
- Es más, rebaja también la del ITR-2022: antes daba un -0,6% y ahora da un -1,8%.
- Adicionalmente, se reduce la contribución de la demanda nacional al crecimiento interanual del PIB: ahora lo cifra en 1,9 puntos y en julio lo estimaba en 3,6 puntos, que muestra el intenso deterioro de la demanda nacional, por empobrecimiento de familias y empresas.
- Mantiene el crecimiento con una mejora de la aportación al crecimiento de la demanda externa, que eleva a 4,9 puntos desde 2,6 puntos. Esto muestra la fragilidad de la economía española, porque ante la caída del PIB que habrá, previsiblemente también en el conjunto de la eurozona, nuestros socios disminuirán las compras que nos hacen, con lo que se deteriorará el único elemento que podría mantener el crecimiento.
- Pese a que mejora el dato al alza en la revisión, el empleo de la economía, en términos de horas trabajadas, registra una variación intertrimestral del 1,1%, sigue siendo muy escaso al medirse por hora trabajada.
- Las horas trabajadas en el sector servicios disminuyen un 3,7% interanual, que muestra que el empleo de la nueva contratación se está concentrando en el empleo a tiempo parcial en dicho sector, que refleja que la economía no está creciendo apenas realmente para generar empleo en términos de horas equivalentes a tiempo completo. En la industria se queda en un 0,1%; en la construcción cae un 1,8% -desciende ocho puntos respecto al trimestre anterior-; y en la agricultura cae un 3,1%.
- Se observa, por tanto, que en la nueva contratación prima el empleo a tiempo parcial, con lo que la calidad del empleo se resiente y cae al medirse por tiempo completo. Esta tasa es de escasa magnitud en el caso de los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo (del 1%, pese a la mejoría de su revisión).
- En términos interanuales, las horas trabajadas aumentan un 3,3% y también se ralentizan, ya que esta tasa es 3,7 puntos inferior a la del primer trimestre de 2022.
Por tanto, la mejora del IITR es estacional, debido a la Semana Santa, y con intenso deterioro del consumo de los hogares y de la inversión respecto a los datos de julio en tasa intertrimestral.
Y si esto sucede en el mejor trimestre que la economía va a tener en el año, cabe esperar que, desgraciadamente, con los datos que vamos conociendo, el IIITR y IVTR pueden ser negativos o de estancamiento, más allá del mero espejismo de mejora del segundo trimestre.