La medalla es de la selección, no tuya, Pedro Sánchez

Que Pedro Sánchez va a intentar rentabilizar políticamente el éxito de la selección española de fútbol lo demuestra el hecho de que en la final frente a Inglaterra del próximo domingo el palco del estadio olímpico de Berlín va a ser colonizado por altos cargos del Gobierno. Además de Pedro Sánchez y de la ministra de Educación, Formación Profesional y Deporte, Pilar Alegría, también viajarán a la capital alemana el jefe de gabinete del presidente, Óscar López; el secretario de Estado de Comunicación, Francesc Vallès,  y el presidente del Consejo Superior de Deportes y secretario de Estado para el Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes. Fuentes gubernamentales no descartan la presencia de, al menos, otro ministro. Todos ellos partirán de la base aérea de Torrejón de Ardoz el mismo domingo, horas antes del partido que se jugará a las nueve de la noche. El desplazamiento se prevé que se haga en uno de los aviones más grandes de los que dispone el Ejército del Aire para el transporte de autoridades. Al encuentro asistirá también el Rey Felipe VI, que ya estuvo presente en un anterior partido de la fase de grupos de la selección.

Parece evidente que a medida que el combinado nacional ha ido superando eliminatorias en la Eurocopa, el Gobierno de Pedro Sánchez se ha ido subiendo al carro del éxito del equipo de Luis de la Fuente. La frialdad de un principio, marcada por el enfrentamiento del Gobierno con el presidente de la RFEF -con el que en todo momento ha tratado de marcar distancias- ha derivado en la oportunista ocupación del palco berlinés el próximo domingo. No parece que el súbito e interesado apoyo del Ejecutivo de Sánchez a la selección española de fútbol haya sido recibido de buen grado por jugadores y cuerpo técnico, pues no pocos entienden que el Gobierno pretende rentabilizar políticamente su excepcional actuación en el torneo. O sea, que quiere ponerse la medalla.