Un marrullero muy peligroso

Sánchez

En estos tiempos de penuria que soportamos, el Gobierno no nos da respiro y nos obliga a llenar las arcas estatales con impuestos tiránicos, mientras el sanchismo disfruta de un paraíso de confort y prosperidad. A los esbirros de Sánchez les basta con aplaudir las atrocidades que comete su líder, un narcisista, sin escrúpulos, que se rige por su ego antojadizo, lleno de inseguridades. Para que el edén no se convierta en un infierno, como afirman las encuestas, los sumisos deberían poner una vela a Dios y otra al diablo y rogarle al farsante que pare de mentir, algo imposible, pues nació para engañar a cuantos le rodean, incluso a los de su propio partido y a sus socios separatistas. Con tal de reinar en Moncloa, le da igual fingir que prometer en falso. Sabe que le quedan once meses en el poder y, sin duda, hará de las suyas. Que hablamos de un marrullero muy peligroso.

Vean la última trampa del IRPF, que nos tiende este fullero. Me ha llegado un audio que algunos de ustedes habrán oído: «Para el año que viene el IRPF, va a ser más bajo. Les alerto de que es otra sucia trampa de Sánchez. Lo que va a hacer, en año electoral, es reducir las retenciones de la empresa, del IRPF. Es decir, usted podrá tener más dinero en el bolsillo, porque va a pagar menos, pero cuando tenga que hacer la declaración de la Renta de 2023, que se entrega en junio de 2024, a usted le van a cobrar todo lo que no ha pagado en 2023. Y le van a crujir vivo. No le han bajado los impuestos, sino todo lo contrario, se los están subiendo. La subida, la retrasan, para que usted la pague en 2024, después de las elecciones. De esto, mucha gente no se ha dado cuenta y es, gravísimo. Nos estamos enfrentando a una compra masiva de votos con nuestra propia deuda». Y mil patrañas más, que se cocinan, diariamente, en los sótanos del palacio de tan zafio marrullero. Un comediante de alta gama.

Aún quedan dos asuntos por ventilar. El primero es el de las perturbadas comadres de Podemos, que se han cachondeado de las mujeres violadas y siguen sin dimitir. El Ministerio de Igualdad debería desaparecer si al narcisista supremo le quedara algo de vergüenza. Con esas brujas perderá las elecciones, porque han convertido la coalición socialcomunista en un hostal de tres ladillas, que preside el indecente que las financia.

Otro asunto que no entiendo es por qué, a un jurista de la talla de Conde-Pumpido, al que han nombrado presidente del Tribunal Constitucional, se le pone en duda. Dirán que soy idiota, pero creo que defenderá a España, al rey, a la Constitución y acabará su carrera con honra. Sin doblegarse un solo segundo ante el déspota.

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