Marcianadas Maroto: cambiar la M-30 por un arroyo

Reyes Maroto M30

Comentábamos en un reciente editorial que la candidata del PSOE al Ayuntamiento de Madrid, la ex ministra de Industria Reyes Maroto, había fichado a un figura que se las da de experto en urbanismo que proponía cerrar la M-30. Pues bien, Maroto hace suya la marcianada del asesor y asegura que es «factible» cerrar dicha vía para recuperar el arroyo del Abroñigal. Dice Maroto que «es un proyecto posible, pero que no se puede hacer en sólo una legislatura. Los madrileños tienen que saber que lo tenemos que hacer con tiempo y, sobre todo, dando una solución alternativa cuando se hagan y se acometan las obras». O sea, que lejos de distanciarse de la propuesta de su asesor, hace suya la iniciativa.

Si lo que tiene que aportar el socialismo en Madrid es cerrar la M-30, lo mejor será que los madrileños cierren cualquier posibilidad de que Reyes Maroto pueda ser alcaldesa, porque la idea no se le ocurre ni al que asó la manteca. No se sabe qué tiene la izquierda en la cabeza, pues ya se opuso al soterramiento de parte de la M-30 decidido en su día por Alberto Ruiz-Gallardón, un proyecto que el tiempo ha demostrado que ha sido clave para evitar el colapso circulatorio, además de cambiar la fisonomía de una parte de la ciudad que ahora presenta un aspecto envidiable, nada que ver con lo anterior. ¿Qué hizo entonces la izquierda? Pues lo de siempre: montar la parda, recurrir a la UE y trata de paralizar un proyecto que, años después, ha resultado transformador y salvador. O sea, que la izquierda un día promete acabar con la M-30 y otro, cuando el PP apuesta por soterrar una parte y crear zonas zonas verdes, se opone y se echa a la calle en señal de protesta. No hay quién lo entienda. Lo de Reyes Maroto apostando por cerrar ahora la M-30 para recuperar un arroyo es de aurora boreal. No ha empezado la campaña electoral y la candidata del PSOE ya apunta condiciones: para echarse a temblar

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