Lo ‘in’ y lo ‘out’ del verano

Lo ‘in’ y lo ‘out’ del verano

Para este verano en funciones marcan preferencia las identidades y quedan ‘out’ las políticas identitarias. Lo ‘in’: contrarrestar la política “trash”; el cóctel “Screwdriver” o “Destornillador” a media tarde; los Dvd de Perry Mason; el bipartidismo; los clubs de verano para fumar habanos; tener un reloj de péndulo; Ursula Von Der Leyen; las manicuras orientales con mascarilla; María Jesús Montero; el hilo musical con jazz; la pintura militar de Cusachs; veranear junto a una ermita; pasarse ocho horas con “Guerra y paz” en la adaptación de Sergéi Bondarchuk; saludar a los vecinos; el Tribunal Supremo; las anécdotas; creer que las clases medias se reharán; desconfiar del libertarismo económico; intentar comprender Polonia.

También es ‘in’ veraniego la monarquía en el siglo XXI según Jordi Canal; los alcaparrones; no ir en bermudas a misa de doce; visitar museos locales; olvidarse de la cocina oxigenada; no compararlo todo con los años treinta; la langosta mediterránea a la plancha; una Europa intergubernamental; regalar a los niños los libros de Araluce; el helado de vainilla con jengibre; olvidarse de la solución confederal para España; ignorar las encuestas del CIS; saber por qué la ensalada César se llama como se llama; emocionarse con las películas de Vittorio de Sica; negarse a hacer trekking hasta que llegue el otoño; leer buenas biografías; comprender que ir en patinete es malo para la salud.

Quedan ‘out’ la verbalización antisistema; los “sushi”; seguir con las chancletas; quejarse de que somos una sociedad patriarcal; las playas nudistas; el Valle de los Caídos; citar “Juego de tronos”; salir en TV3; chocar con el Estado; reincidir en la novela histórica; Pedro Sánchez contrariado; los besos con tornillo en público; ponerse lazos amarillos; diseccionar el “Brexit”; decir que no hay cultura de pacto; bautizar el “foxterrier” con ritual zen;  el plan europeo de Steve Bannon; los nuevos optimistas; Carmen Calvo; decir “mi pareja”; el relato; meterse con Orban y absolver a Maduro;  trasladar el Senado a Barcelona; la empatía; tortilla de patatas sin sal; hablar de Cataluña en la playa; ir en la lancha de un gran imputado.

Más ‘out’: perorar sobre el “bitcoin”; sacarse fotos en el baño con el “smartphone”; discursear sobre la gobernanza y el empoderamiento; los coros y danzas de Puigdemont; hacer elecciones primarias; enviar wasap desde las duchas; los tatuajes detrás de la oreja; la empatía;  los vasos balón; pretender ligar en el AVE; confundir la guerra de las galaxias con las guerras del Peloponeso; hablar más de igualdad que de libertad; unos nuevos premios Goya; ver “La tuerca”; Tarantino; los taxistas vegetarianos; los “tories” con Boris Johnson; no tener en cuenta la deuda pública; el sistema Villarejo; dejarse perilla;  el “selfie”; comer bocatas de arenque en la playa; hablar con diminutivos; insistir en Galapagar; compartir chistes con el móvil; reír con los chistes del móvil; ofenderse con los chistes del móvil; decir que por suerte los españoles no pierden el humor; no olvidarse el móvil en la guantera del coche. 

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