El hueso de la chistorra

chistorra Ábalos

El penúltimo informe de la UCO (porque el último siempre está por llegar) describe un tipo de operativa corrupta que destaca por zafia y por burda; un auténtico manual del chanchullo que no se condice con la era digital y de la IA, y que dice mucho de la poca categoría y sofisticación de los personajes, así como del descaro y la impunidad con que actuaban. Las actuaciones y movimientos torpemente disfrazados son, abordados uno a uno, de un planteamiento tan hilarante y de una complicidad tan manifiesta que regodeándonos en su cutrez nos distraemos de poner el foco en la realidad que evidencian: la compensación y pago a unos chorizos que actúan como conseguidores y ejecutores de la financiación ilegal y mafiosa del partido.

Fijémonos en la pretensión de disimular la mercancía con la que trafican utilizando unos nombres claves para los billetes de alta denominación. Lo primero es que la utilización de jergas es propia de las sectas y las organizaciones criminales; y después, que el hecho de articular y compartir un lenguaje oculto implica que existe una habitualidad operativa para la que se requiere utilizar ese lenguaje. Y todo ello, sin tener en cuenta que la nomenclatura asignada a los billetes resulta tan simple e infantil que hacen obvia la naturaleza de lo que tratan de ocultar. Algo así como esos textos en que se deja algunas letras de los vocablos en blanco para que se completen con el análisis del contexto. Por ejemplo, el escritor inglés Thackeray en las Aventuras de un Fanfarrón trataba de ocultar quienes eran los protagonistas de un encuentro, escribiendo: «… estaba yo comiendo en el palacio de las T.ll.r.as, cuando la duquesita de Orl..ns y SM Lu.s F.l.pe …».

Otro comportamiento que no permite intuir nada bueno es el hecho de utilizar efectivo para realizar pagos. Pero hombre por Dios, si en la actualidad no hay nadie que utilice billetes; y ya no decimos para cerrar liquidaciones de gastos contra adelantos realizados por el receptor, sino incluso para hacer pagos de gastos y consumos corrientes de bajísimo importe. ¡Pero si hasta en misa en vez del cestillo pasan un TPV para pagar con tarjeta la limosna de Caritas o la ayuda a la parroquia!

También constata el trabajo de la Guardia Civil que para esos pagos realizados en efectivo no se ha encontrado registro alguno. Es decir, que no se han contabilizado; lo que resulta muy lógico si se trata de liquidar un gasto que tampoco se registra. Pero si la salida de dinero no se refleja en ninguna cuenta de caja o de bancos, ¿de dónde ha salido ese dinero?

Es que, aun sin ser mal pensado, la respuesta es obvia: si hay una salida de efectivo que no se ha registrado contablemente en unas cuentas que dicen que están cuadradas y auditadas, es porque también hay una entrada de efectivo que tampoco ha sido registrada. ¡Y es que hasta en la contabilidad B se aplican los principios de partida doble de fray Luca Pacioli!

Pero resulta, además, que hay una serie de indicios, corroborados por declaraciones de testigos, que permiten concluir que en las mismas fechas hubo posibles cobros de dinero de diversas procedencias: adjudicaciones de obras, sobres entregados en Ferraz, trama de hidrocarburos… En definitiva, que las salidas de efectivo probadas por la UCO presuponen entradas ocultas de dinero, y que para estas también hay diversos hechos que las explican.

Por último, es patético el intento de encapsular los comportamientos ilícitos que van resultando probados. Dicen que es cosa de estas ovejas negras que ya han sido expulsadas, pero que en nada tiene que ver el partido. Pretenden que olvidemos que el PSOE era su empresa y que es por ser los responsables de la misma, además de por ser miembros del ejecutivo, por lo que fueron capaces de montar las tramas corruptas.

Pero esa es la cuestión, que estamos entretenidos con los golfos oficiales, con sus casposos métodos del sobre y los nombres en clave y con su paso por el Supremo camino de villa candado, y nos estamos olvidando del verdadero responsable; de quién es el alfa y el omega, no solo de la corrupción de los cuatro golfos y de la posible financiación irregular del PSOE, sino de la corrupción en el Gobierno, de la corrupción poli delictiva en el entorno familiar y, lo que de verdad es más grave, del irreversible deterioro político e institucional de nuestra democracia. ¡Y a modo de hueso nos entretenemos con la chistorra de Koldo!

Lo último en Opinión

Últimas noticias