El Gobierno del dogma verde mata

Gobierno mata apagón
  • Agustín de Grado
  • Subdirector y responsable del Área Política en OKDIARIO. Antes jefe de área en ABC, subdirector en La Razón y director de Informativos en Telemadrid.

La ideología energética de nuestro Gobierno mata. Al menos ocho españoles perdieron su vida hace una semana durante el apagón, víctimas del empeño de Moncloa en utilizar la red eléctrica como instrumento político al servicio de una idea: la de que tenemos el Gobierno más ecologista del mundo mundial. El más antinuclear, el más comprometido con las energías verdes, con la sostenibilidad del planeta y todas esas monsergas de la Agenda 2030 que trata de imponer el modelo de vida que alumbrará un hombre nuevo, más progresista, apto para habitar la feliz Arcadia socialista.

Ocho muertos a pie de página. Ocho historias aún por contar. Muertes tan dramáticas como la de ese enfermo de ELA al que la oscuridad arrancó el aliento al fallar su soporte vital. O la de esa mujer aún joven que en Alcira se quedó sin oxígeno al fallarle su respirador. O la del hombre que murió en el incendio de su casa de Carabanchel por la vela con la que combatía las tinieblas, como en el Medievo.

Qué tiempos aquellos cuando, gobernando el PP, los Évoles de turno nos guiaban con su brújula moral entre testimonios estremecedores de pobreza energética. Ahora, tres españoles mueren en su casa por inhalar el humo del generador con el que se enfrentaban al mayor apagón que ha sufrido un país desde la Segunda Guerra Mundial y lo que te encuentras en las teles del régimen son divertidos reportajes sobre coreografías TikTok para amenizar la «crisis de electricidad», el eufemismo puesto en circulación por la factoría sanchista para no llamar a las cosas por su nombre.

No como cuando en 2014 hubo que sacrificar a Excálibur para atajar el primer caso de ébola en España. Entonces todo eran directos en las televisiones del régimen, manifestaciones espontáneas por la vida del perro que un Gobierno reaccionario, sin sensibilidad animalista, iba a ejecutar. #SalvemosExcálibur se convirtió en trending topic. Los actores de la ceja salieron en tromba contra el, entonces sí, Gobierno criminal. «Rajoy morirá por la herida de Excálibur», llegó a escribir un socialista, que después ha ocupado altos cargos en los gobiernos de Sánchez.

La realidad es que se cumple una semana del apagón y Sánchez sigue sin ofrecer una versión oficial de sus causas. No porque las desconozca (ya está más que claro que fue culpa del exceso de renovables en el sistema, amenaza de la que los informes de Red Eléctrica venían alertando con la firma de la propia Beatriz Corredor), sino porque admitirlas sería reconocer que la aplicación irresponsable de su dogmatismo energético mata.

Y asumir que el Gobierno conocía el riesgo de colapso de la red eléctrica y no hizo nada por evitarlo no es la mejor manera de enfrentarse a la investigación judicial. Que terminará llegando. Antes o después. Como con la gestión de la DANA, un juez (siempre hay un juez en democracia) esclarecerá la negligencia del apagón, que provocó pérdidas económicas valoradas en más de 4.000 millones y segó vidas inocentes. Por mucho que el relato oficial esconda a las víctimas de unos homicidas que nunca son llamados por su nombre. Salvo cuando gobierna la derecha.

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