Un gesto cuantioso para mantener la paz social

Un gesto cuantioso para mantener la paz social

El Gobierno hace una generosa oferta a los sindicatos con la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) hasta los 750 euros. El incremento de 100 euros debería de contar con el beneplácito de los agentes sociales si de verdad están más interesados en el bienestar de los trabajadores —y en el repunte de sus sueldos— que en el ruido callejero y en la convulsión social. Antes incluso de escuchar la propuesta del Ejecutivo en este sentido, tanto Ignacio Fernández Toxo como Pepe Álvarez ya habían solicitado el apoyo de los partidos políticos para que secunden las manifestaciones del mes de diciembre. La confrontación no parece, desde luego, la mejor manera de apuntalar la recuperación. Cada mejora, más allá de colores e ideas políticas, atañe al conjunto de los españoles y, especialmente en lo relativo a la subida del SMI, a los trabajadores con los salarios más bajos y a aquéllos que consiguen por primera vez un contrato. Fátima Báñez dijo la semana pasada que era “posible subir los sueldos en España” y está cumpliendo su palabra de manera rigurosa.

No obstante, y como apuntó la propia ministra, hay que considerar otro factor determinante para mantener el ritmo de crucero de nuestra economía: la creación de empleo. El ambicioso plan de Báñez, que pretende crear 500.000 puestos de trabajo anuales hasta 2020, sólo es sostenible con una moderación salarial. De ahí que aún sea más valorable esta oferta, cercana a los 800 euros que los sindicatos proponen para 2017 y, desde luego, mucho más realista que los 1.000 euros que quieren instaurar de cara a 2020. Bien es cierto que los trabajadores han de recuperar vigor en sus salarios para que el crecimiento económico sea completo. Sin embargo, la única manera de escapar de la crisis de manera definitiva es seguir creando empleo sin palos en las ruedas, ya que un salario mínimo demasiado elevado, como pretenden los sindicatos, podría suponer una rémora para la contratación. Por lo tanto, la mesura es imprescindible para avanzar sin arriesgar lo conseguido: 2 millones de empleos desde 2013 y el regreso a la Champions League económica. Por eso necesitamos sindicatos a la altura del país que más crece en la Unión Europea y no oportunistas que ataquen al Gobierno, sin atender a las cualidades de sus propuestas, por el mero hecho de estar regido por el PP. Especialmente cuando la oferta de los 750 euros es más que generosa.

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