Una frase que retrata a Sánchez como un psicópata narcisista
Ha dicho Pedro Sánchez, refiriéndose al PP, «que hay gente que miente y gente que tratamos de hacer de la verdad nuestra forma de hacer política». La frase condensa en sí misma todo el cinismo e hipocresía de un presidente que pasará la historia por haber batido el récord del mundo de embustes y falsedades y pone de manifiesto el grado de ignominia política de un político capaz de faltar clamorosamente a la verdad sin inmutarse.
Sánchez es capaz de defenderse de quienes le acusan de mentir de forma sistemática con el argumento de que lo que algunos entienden por patraña es un cambio permanente de opinión, excusa que revela su catadura moral. Que Sánchez sea capaz de acusar al PP de mentir, cuando lleva subido años a lomos de la mentira, no debería asombrar a nadie, porque estamos ante un tipo que carece de escrúpulos.
Pero es esa portentosa capacidad para presentarse como un político noble cuando sus actos lo retratan como un auténtico mercachifle lo que resulta peligrosa, pues estamos ante un personaje con rasgos propio de un psicópata narcisista. Su capacidad para la manipulación y la ausencia de remordimiento o autocrítica es portentosa.
La frase «tratamos de hacer de la verdad nuestra forma de hacer política» es, más que una provocación, la constatación que Sánchez ha tomado por estúpidos a los españoles.
Eso es lo que le convierte en altamente peligroso. Hay que estar hecho de una pasta especial para salir en público a presumir de sinceridad, sin inmutarse, cuando toda su historia política está jalonada de mentiras. El psicópata narcisista de la Moncloa no deja de sorprender por su propensión al embuste y por la forma que tiene de envolver sus mentiras de una impostada naturalidad. Quédense con la frase de Pedro y guárdenla en la memoria: «Hay gente que miente y gente que tratamos de hacer de la verdad nuestra forma de hacer política». Impresionante.