Sánchez se burla en Bruselas de los españoles: «Trato de hacer de la verdad mi forma de hacer política»

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Pedro Sánchez, este viernes, en Bruselas.
Joan Guirado

Sin rubor alguno y con total convencimiento, este viernes Pedro Sánchez ha dejado una de esas frases que le acompañarán el resto de su carrera política. Ha sido durante la rueda de prensa posterior al Consejo Europeo, celebrado en Bruselas, y en respuesta a una pregunta sobre la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Pese a que no ha habido en la reciente historia democrática de España un presidente con una pulsión más extrema a la patraña, Sánchez ha afirmado que «hay gente que miente y gente que tratamos de hacer de la verdad nuestra forma de hacer política».

El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, sin pestañear, ha acusado a la líder popular de mentir. Pero no satisfecho con esa acusación ha ido un paso más allá y ha lanzado esa frase en la que presume de «hacer de la verdad» su máxima en política. Esta afirmación, que Pedro Sánchez ha entonado sin titubear, la ha dicho el mismo político que ha construido su carrera política acumulando contradicciones una tras otra.

Acechado por la corrupción del caso Koldo, Sánchez ha vuelto a hacerse la víctima, toda vez que ha cargado también contra los medios de comunicación «cuyo silencio es clamoroso ante el intento de amedrentar a otros medios», «esto no nos puede llevar a la equidistancia ente la verdad y la mentira o a un empate entre los que atacan y los son atacados».

El presidente Sánchez ha aprovechado su intervención para acusar al PP de «amedrentar y señalar a medios de comunicación». Tampoco en esto ha acertado a ser veraz el presidente y líder de los socialistas, ya que esa práctica es justo la que ha aplicado en repetidas ocasiones su director de comunicación del PSOE, Ion Antolín, vetando a medios críticos como OKDIARIO y atacando a aquellos periodistas que no resultan del agrado del sanchismo.

Esta misma práctica también la desarrollan muy a menudo desde la propia Secretaría de Estado de Comunicación de La Moncloa, que debería ejercer sus funciones con neutralidad. A este periódico hace más de dos años que no se le da la palabra en las ruedas de prensa que siguen al Consejo de Ministros. Moncloa tampoco permite a OKDIAIRO viajar en el avión oficial, como sí hacen el resto de medios acreditados durante los viajes oficiales de Pedro Sánchez.

Mentiras sin descanso

La afirmación de Sánchez en Bruselas, ese «hacer de la verdad nuestra forma de hacer política», puede considerarse la mentira de las mentiras de Sánchez. Porque es un corolario a las continuas promesas incumplidas con las que el socialista lleva en el poder desde junio de 2018.

Llegó al poder con una moción de censura contra Rajoy que justificó en la necesidad de acabar con la corrupción política. Ahora se aferra al Gobierno acorralado precisamente por la corrupción.

Cuando presentó la moción de censura contra Rajoy, dijo que convocaría elecciones con rapidez, pero luego se resistió. No dio a los ciudadanos la oportunidad de votar hasta noviembre de 2019. Mientras tanto, tras haber renegado de las cuentas del Ejecutivo de Rajoy, luego gobernó durante dos años y medio con los Presupuestos Generales del Estado que había heredado del PP. En 2019 y 2020, gobernó España con presupuestos prorrogados.

En las elecciones generales de 2020 puso otra vez en práctica su estrategia de la mentira por el poder. Así, insistió hasta la saciedad en que nunca gobernaría con Podemos. «No dormiría tranquilo», llegó a decir. Las elecciones fueron en noviembre de 2019; en enero estrenaba gobierno de coalición con Podemos, con el comunista Pablo Iglesias de vicepresidente.

Suma y sigue. Afirmó que no cabía el indulto para los independentistas condenados por la revuelta secesionista de Cataluña del otoño de 2017, el conocido como 1-O. Sin embargo, en junio de 2021 concedió los indultos a los cabecillas de aquel golpe que se encontraban en prisión.

De Puigdemont dijo que no le cabía más opción que dejar de ser un prófugo y rendir cuentas ante la Justicia española. «Puigdemont tendrá que rendir cuentas de los delitos cometidos», dijo en noviembre de 2022. Justo un año después sellaba con él un pacto con el que lo convertía en su socio de cabecera y le prometía que quedaría totalmente blindado frente a la Justicia, libre de toda responsabilidad penal, inmune por obra y gracia de la amnistía.

Desde que arrancó la actual legislatura, el pasado noviembre, en la práctica Sánchez comparte con Puigdemont las riendas del Gobierno de España. El líder socialista debe al ex president los votos que le permiten seguir instalado en la Moncloa. Ese pacto ha llegado con otra mentira consumada: Sánchez aseguró con insistencia que era inviable la amnistía para los encausados o condenados por el procés independentista. Aseguró con vehemencia que era imposible, por inconstitucional. En cuanto ha necesitado de los de Puigdemont (Junts) para mantenerse en el poder, la amnistía ha dejado de ser inconstitucional para Sánchez y la ha tramitado a toda prisa, lo que le ha merecido incluso la reprimenda del Consejo General del Poder Judicial.

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