Examen parcial
No pensemos mucho en la crisis del Atlético, ni en los desencuentros entre Simeone y Joao Felix, que por cierto no se desplaza debido a acumulación de amonestaciones, igual que Giménez. Más vale no creer que ello le debilita porque, tabla en mano, se ha revelado como el segundo mejor visitante del campeonato. Ha ganado en cinco de sus siete salidas, solo ha perdido en una, curiosamente en Cádiz después de haber remontado en dos minutos un 2 a 0 desfavorable. Los colchoneros han pinchado como locales, solo dos victorias en el Metropolitano, pero fuera poco más se les puede exigir. No es una cita con el dentista, pero si con el practicante.
Tampoco vamos a descubrir a sus individualidades, ni a su estructura tanto defensiva como atacante. Desde el portero, Oblak, hasta Griezzman o Correa o Carrasco, sería un ejercicio de perogrullo emitir una valoración, comparativa o no. Su estilo de juego es evidente, sin trucos ni cartón. Aun así y siendo de dominio público le pasa como al Mallorca, se siente más cómodo defendiendo que atacando.
16 puntos de los 39 disputados hasta la fecha confieren una cierta calma en las filas locales. Ahora mismo son números de permanencia aunque, como recuerda Javier Aguirre, los de abajo suman y cualquier tropiezo te pone en peligro, no inminente, pero peligro al fin y a la postre. Recupera a Raillo, no a Maffeo. Pero ya ha demostrado que la representación está por encima de sus protagonistas, al menos en tareas de contención. No obstante y al tener en cuenta que aquí se para la liga, no sería preciso tirar de rotaciones. Digo yo.
Viene un árbitro que me parecía de medio pelo, pero fue valiente en el reciente Real Madrid-Girona al señalar un penalti a favor de los catalanes y anular un gol a los merengues. Acertó en ambas decisiones, con ayuda del VAR, pero no todos sus colegas exhiben el mismo valor y firmeza. Se trata de Melero López, malagueño para más señas, 43 años ya y los nueve últimos en Primera. Siete actuaciones esta temporada con, ojo, cinco «2», dos «X» y un solo «1». Una media de solamente tres tarjetas por partido.