Europa frente al terror: llamada a la unidad y a la resistencia

Esta semana, el Parlamento Europeo ha acogido la visita del ministro de Exteriores de Israel, Eli Cohen. La reunión contó también con familiares de víctimas de los despiadados ataques perpetrados por Hamás el pasado 7 de octubre, quienes compartieron su terrible experiencia con una sala llena de asistentes conmocionados ante los relatos de terror. Los brutales ataques perpetrados por Hamás en la frontera sur de Israel, tanto en kibutzs como en un festival de música por la paz, se prolongaron durante horas. Ha sido el mayor ataque a la comunidad judía desde la Segunda Guerra Mundial. Miles de civiles, entre los que se encontraban niños, mujeres y ancianos, sufrieron torturas, asesinatos. Cientos de ellos fueron secuestrados en un acto de violencia sin precedentes.

No podemos pasar por alto la injerencia extranjera detrás de estos actos atroces. Quienes financian, promueven y adoctrinan a estos terroristas son los enemigos de los valores democráticos y la libertad, estandartes del modo de vida europeo: en este caso Irán y también Qatar.

En política internacional, nada sucede por casualidad. Cada hecho es el resultado de una cadena infinita de eventos que acaba por dar forma a la historia. En esta ocasión, es crucial analizar los avances de los Acuerdos de Abraham en los últimos años, a los cuales Arabia Saudita había anunciado unirse en las semanas previas a los ataques. Al mismo tiempo, el buenismo de los demócratas americanos y de la izquierda europea llevaron a levantar sanciones contra Irán, desbloqueando 6.000 millones de dólares de fondos iraníes que estaban retenidos en Corea del Sur desde 2018. Por la combinación de estas dos situaciones, el acercamiento del mundo árabe a Israel y la debilidad por parte de Occidente, Irán decidió atacar a través de sus terminales terroristas, Hamás y Hezbolá, y agitar el avispero de Oriente Medio. Algo que siempre obra en su beneficio.

Es por ello que, en este momento crítico, Europa debe permanecer unida. Gestos como la visita del ministro Cohen, así como las realizadas a Israel por la presidenta de la Comisión, Úrsula Von der Leyen, y por la del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, son símbolos de la determinación de Europa para combatir el terrorismo, defender la democracia y vivir en libertad y tolerancia. También lo es la invitación a las víctimas israelíes a compartir sus conmovedores testimonios en la casa de la democracia europea.

Israel es la única democracia de la zona, es un socio fiable de la Unión Europea. Por ello es fundamental comprender que nos enfrentamos a una amenaza común, y la respuesta no puede ser sino la unidad. Lamentablemente, la extrema izquierda no comparte este pensamiento. Sin embargo, yo siempre defenderé que el terrorismo se combate con unidad, tal y como hicimos en España. El pasado 19 de octubre, el Parlamento Europeo consiguió emitir una resolución clara sobre la situación en Israel. Al rechazar el terrorismo y alzar la voz contra aquellos que lo promueven, Europa envió un mensaje claro: estamos unidos en la defensa de la democracia y la libertad.

Es el momento de la acción concertada y de la solidaridad. No sólo como países independientes, sino como una Europa unida. Debemos enfrentar juntos la amenaza del terrorismo. Rechacemos la injerencia de regímenes opresivos y defendamos los principios que nos hacen fuertes como continente. La historia nos está observando, y es nuestra responsabilidad forjar un futuro en el que la paz y la libertad prevalezcan sobre la violencia y la opresión.

(El autor de este artículo, Antonio López-Istúriz, es eurodiputado por el PP y presidente de la Delegación del Parlamento Europeo para las relaciones con Israel)