¿Y éstos son los que dan lecciones morales a los demás?

¿Y éstos son los que dan lecciones morales a los demás?

El diario El País se ha convertido en la hoja parroquial del Gobierno de Pedro Sánchez a pesar de que sus responsables no se cansan de dar lecciones de ética y deontología profesional a los demás. La otrora referencia del periodismo español es ahora una suerte de periódico gubernamental dispuesto a justificar el fracaso gestor del Partido Socialista aunque sea mediante argumentos peregrinos. Da igual que la economía española dé claros signos de parálisis desde la llegada de Sánchez a La Moncloa, el diario de Prisa es capaz de decir que la importante caída del turismo a lo largo de este último verano se debe «a la ola de calor en Europa». Para más escarnio, abunda en que los europeos ya no tienen que venir a España porque en sus países hay buen tiempo.

Con este nivel, no es de extrañar que la credibilidad del medio esté cada vez más en entredicho. El Ejecutivo de Pedro Sánchez, de tan débil, se tiene que ocupar de contentar a sus socios de moción de censura con diversas ocurrencias —comunistas, independentistas y nacionalistas— en vez de atajar las cuestiones capitales del día a día de nuestro país. El turismo aporta casi un 15% a nuestro Producto Interior Bruto (PIB), un peso demasiado significativo como para tratar de disimular la falta de ideas e iniciativas gubernamentales con una simple «ola de calor». Por mucho que intenten suavizar la incapacidad gestora de Pedro Sánchez, la realidad es tozuda y, amén de la caída del turismo, se dan otros hechos tan graves o más.

Por ejemplo, cuando escondieron entre sus páginas la agresión de un independentista a una mujer que acabó con la nariz rota por el mero hecho de quitar lazos amarillos. Todo con tal de falsear la difícil situación que amenaza a los catalanes y así no reconocer el caos que ha provocado Pedro Sánchez con sus innumerables cesiones a los golpistas. Desde que Soledad Gallego-Díaz dirige el autoproclamado «periódico global», el calado de la publicación se ha reducido a la defensa numantina de Sánchez y del PSOE. Hasta el punto de tratar de blanquear el fracaso de la ministra Magdalena Valerio con el sindicato de prostitutas. El diario El País debería mirar hacia dentro y analizar su ética y deontología antes de dar lecciones a los demás.

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