La España de Sánchez: cuando defender la ley es delito y violentarla tiene premio
Cuando todo apunta a a que quienes subvirtieron el orden constitucional y sus terminales agitadoras -las que provocaron un estallido de violencia sin precedentes en las calles- serán amnistiados por Pedro Sánchez a cambio de seguir en el poder, el próximo día 10 de noviembre irán a juicio como imputados los policías nacionales que se defendieron del terrorismo callejero de Tsunami Democratic. Los ocho agentes, que trataron de mantener el orden constitucional en Cataluña, rendirán cuentas ante el juez en la Audiencia Provincial de Barcelona por los disturbios ocurridos en 2019. «Nos tiraban piedras y vallas», denuncian los policías que tuvieron que defenderse de la violencia independentista y que han sido procesados por ello. No cabe mayor grado de ignominia ni mayor indecencia: los garantes de la seguridad y libertad de los españoles se sentarán en el banquillo, mientras que los que sembraron el caos y convirtieron las calles de Barcelona en un pira incendiaria se irán de rositas.
Tras culminar la fase de instrucción, el primer juicio contra los agentes se celebrará en la Audiencia Provincial de Barcelona. Mientras los manifestantes que agredieron a la Policía serán amnistiados, los policías que plantaron cara a las acciones violentas promovidas por la plataforma Tsunami Democratic serán juzgados. Así, los policías tendrán que defenderse de un presunto delito de lesiones contra los manifestantes. La Audiencia Provincial de Barcelona asumió la causa que ha sido dividida en piezas separadas para llevar a juicio a los 45 policías nacionales procesados. Si bien los primeros en sentarse en el banquillo serán los imputados por los disturbios de 2019, aún quedan por juzgar a los agentes que se desplazaron a Cataluña para defender el orden constitucional durante el referéndum ilegal del 1-O. ¿En qué democracia cabe que quienes se jugaron la vida en defensa de la ley puedan ser condenados y quienes desataron el caos ejerciendo sin descanso la violencia sean amnistiados? La respuesta es sencilla: en esta ‘democracia’ que Sánchez ha vendido por siete votos.