Dos pájaros de mal agüero

Dos pájaros de mal agüero

Iglesias y Monedero se han puesto de acuerdo para decir sandeces y escenificar despropósitos. Ambos sueltan frases grandilocuentes con la intención de herir a los demás sin darse cuenta de que sus palabras son un reflejo de lo que piensan de sí mismos. Bastan dos ejemplos, -personales e intransferibles- para retratar a este par de iluminados. Empecemos por el líder bolchevique, el del moño samurái, que en el Senado escupió: «El nivel de desfachatez de sus señorías tiene pocos precedentes». Evidentemente, estaba refiriéndose a su confuso ego. Vamos con el cofundador del clan canalla, el estilista rebuscado que sólo hipnotiza a los incultos: «Hay una deriva en la política mundial, donde el frikismo está haciéndose un hueco». Otro que tal baila, otro que se contempla en sus profecías.

En una época en que la gente reparte sus angustias entre el Covid y cómo salvar una economía hecha añicos, dos pájaros de mal agüero se empeñan en complicarnos el futuro. Ambos están profundamente instruidos en las malditas artes de las rebeliones y, tras mandar la Monarquía a paseo, quieren imponer una república multiuso. Como no tenemos bastantes problemas estos zotes nos proponen un chollo: ¡la nueva versión del próspero paraíso chavista, sin prensa libre, sin división de poderes, con purgas y expropiaciones a granel! Mientras la plebe duda morder el anzuelo, el lúgubre ideólogo Monedero tunea su paladar, actualiza los placeres y abraza el gran sueño: ser admitido en la casta burguesa que le abre las puertas a nuevas mariscadas. Los comunistas modernos son así.

Entre acaparar inmuebles y masticar crustáceos, tales tupamaros de cómic, hallan tiempo para ofender al Rey, desprestigiar al Ejército, la Legión, la Policía, la Guardia Civil, la CEOE y poner en solfa a fiscales, jueces, sanitarios y familiares de víctimas del terror. Lo que lleva al éxtasis a estos pajarracos, aparte de millones de dólares que sacan de dictaduras caribeñas, es pactar con etarras y con catalanes asilvestrados, alentar a los okupas a saquear lo que no les pertenece, desatender las residencias de ancianos, arruinar a los autónomos, inventar infundios sobre Ayuso y pasarse la UE por la entrepierna, lanzando troles contra quien los critique. También llegan al orgasmo choteándose de Sánchez, a escondidas, al que toman por el coño de la Bernarda. Así de traidores son estos pájaros de mal agüero.

Deberíamos creer a un político inteligente, como Felipe González: «La republiqueta plurinacional que propone Pablo Iglesias, es una estupidez y lleva a la destrucción de España». El muy sabio filósofo Antonio Escohotado, nos descoloca: «Trump es más de izquierdas, que Iglesias y Sánchez». Pablo Casado aporta inteligencia y subraya cuanto dice González: «Iglesias es un oportunista que intenta acabar con una -noble y pacífica- Nación». Ninguno habla de Monedero, por considerarle un cero a la izquierda.

 

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