Una dimisión inaplazable
Si el Gobierno del Partido Socialista tuviera un mínimo de decencia, Pedro Duque debería seguir la senda de Carmen Montón y Màxim Huerta y presentar su dimisión sin más excusas fatuas. Sería la única salida para que, al menos, salvara lo que le queda de honor. Hacía tiempo que en España nadie subía tal alto en su carrera profesional para caer tan bajo en su desempeño político. Su posición al frente del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades se hace insostenible. Si no fuera suficiente con la utilización de una sociedad instrumental para enmascarar sus mansiones de Jávea y Madrid y pagar así menos impuestos, OKDIARIO publica en exclusiva que vulneró la ley al mantener durante tres meses una sociedad profesional especializada en actividad científica. Incompatible por completo con su cargo ministerial.
¿Ésa es la ejemplaridad que prometió Pedro Sánchez cuando desalojó a Mariano Rajoy de La Moncloa a través de una moción de censura y sin pasar por las urnas? Dicha sociedad, para más inri, sigue activa. Ahora está traspasada a su socio de toda la vida. Las suspicacias, por tanto, son más que comprensibles si tenemos en cuenta que desarrolla actividades idénticas a las del ministerio que encabeza Duque. ¿Quién dice que no va a tener información privilegiada? ¿Alguien puede asegurar, viendo el desarrollo de este caso, que su antiguo socio no cuenta con algún tipo de prebenda? Estas sospechas surgen cuando, como en el caso de Duque, un representante público hace de la incompatibilidad y la falta de ética su manera de estar en las instituciones. Su posición es más insostenible, si cabe, cuando su partido hizo leitmotiv del rechazo a las puertas giratorias y a las conexiones entre las actividades públicas y privadas.
Un discurso que, como ha demostrado el paso de los meses, no era más que cartón piedra propagandístico. Muy mal tiene que estar el caso Pedro Duque cuando es Podemos quien pone las únicas dosis de coherencia dentro del Gobierno multisocios que cada día desgobierna España con más estrépito. En este particular hacen lo correcto al dejar caer al ministro de Ciencia, Innovación y Universidades y obligarlo así a dar explicaciones en el Congreso de los Diputados. Pedro Duque ha vulnerado la ley, ha engañado a los españoles, ha insultado la inteligencia de los ciudadanos con explicaciones fake y, para colmo, ha aprovechado su posición para cimentar intereses personales. En definitiva, un escándalo al nivel de la estratosfera que lo obliga a dimitir de manera inmediata.