Demos gracias a que son idiotas

Demos gracias a que son idiotas

El fanatismo y la estupidez de buena parte de mis paisanos nos ha metido en unos líos tremendos que han causado la huida de miles de empresas, que a pocos les parezca deseable invertir en un lugar que sueña con salir de España y de Europa y que nos ha dividido como sociedad. Es muy difícil encontrar algo positivo en tan evidente desastre. Pero, ya con todo hecho un solar, quizá en la misma idiocia hay un caminito hacia un respiro. Déjenme que me ilusione un momentito.

Como digo, hay mucha gente con tiempo libre y exceso de confianza en su capacidad de salvarnos a todos de cualquier nuevo peligro que inventen. El “procés” fue su parida estrella, pero las histerias colectivas se llaman unas a otras, y ahora algunos animosos participantes se entretienen con esa ola de iconoclastia selectiva, a rebufo de la campaña #BlackLivesMattters, que les impulsa a manchar o derribar estatuas. Estaba cantado que le tocaría al monumento a Colón de Barcelona y, como los chicos de la Cup nunca decepcionan, ya tenemos una petición de este grupo en el Ayuntamiento. Den gracias de que está muy alto.

Pero, en fin, hasta los cerebritos procesistas captan lo poco que nos interesa ahora dañar o hacer desaparecer uno de los monumentos más emblemáticos de Cataluña. ¿Qué hacer? Pues hombre, lógico, recordar eso de que Colón era catalán.

El Institut Nova Història (INH), tras “nacionalizarlo” hace unos años,  ha asegurado que el navegante “no fue esclavista, sino que luchó con todas sus fuerzas para evitar que los indígenas fueran esclavizados y que se dejó el pellejo para que fueran tratados como súbditos de los Reyes, con los mismos derechos que los catalanes». No dice qué Reyes, así que vete tú a saber.

El revisionismo independentista no descansa nunca, porque si descansa no cobra. Cristóbal Colón, Leonardo da Vinci, Cervantes o Santa Teresa de Jesús sonnuestros y el Parlament, agradecido les seguirá pagando a pesar de sus teorías carentes de fundamentación histórica. los votos de Junts per Catalunya, ERC y PSC impidieron que saliera adelante una moción de Ciudadanos, apoyada por otros grupos.

También podrían llegar a su fin Los cortes de Meridiana, que estaban a punto de cumplir 161 convocatorias sin que ni la conselleria d´Interior de la generalitat ni el Gobierno de España que siempre vela porque se respeten los derechos de libre circulación de todos los españoles en el marco de su ámbito nacional hicieran nada por impedirlas. Será, no se lo pierdan, por desavenencias entre los propios convocantes. Al parecer las últimas asambleas han sido un caos de peleas y de falta de respeto entre los participantes. Yo no le llamaría a este probable punto y final un triunfo de la democracia (la democracia nos dejó en sus sus manos de turbamulta sin pestañear) pero por lo menos esa afrenta terminará y los vecinos podrán por fin vivir en un barrio normal

Sí, ellos siguen a lo suyo. El presidente de la Crida Nacional per la República, Jordi Sánchez, ha manifestado que van a continuar con su cuento del procés para “demostrar el país que queremos”. El hombre quiere “seguir el camino que iniciamos el otoño del 2017”. Y el ese conseller de Interior que no ha detenido ni una vez los cortes de la Meridiana ha osado proclamar, en medio de la peor post pandemia, que España es un país vecino”, tal que Francia. Hablamos de un señor al que le dejan tener

17.000 hombres armados al su mando, siendo, además, un persona investigada por la Justicia. Gracias, Pedro Sánchez, por darles alas.

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