¿Cómo conseguir una TV3 neutral para el 10-N? Cerrándola

¿Cómo conseguir una TV3 neutral para el 10-N? Cerrándola
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La mejor imagen que muestra lo que es TV3 en la actualidad no es la millonada que cobra Toni Soler cada año para que en los programas que vende a la cadena de la Generalitat se diga que los policías son “perros”. O la barra libre que tiene Pilar Rahola para difundir su propaganda excluyente. O cómo sus informativos se han convertido en el nuevo NO-DO, sólo que en vez de aparecer Francisco Franco inaugurando pantanos sale Carles Puigdemont vendiendo que España es como Turquía.

No. El mejor ejemplo se vio en la noche del martes, cuando en el debate electoral de los cabezas de lista por Barcelona para el 10-N Cayetana Álvarez de Toledo e Inés Arrimadas arrancaron lazos amarillos de plástico de las instalaciones de TV3, y denunciaron públicamente este hecho. Que una televisión pública, que debería ser neutral porque la pagamos todos, esté llena de propaganda secesionista es muy preocupante.

Que no hayan retirado dichos símbolos durante la campaña electoral es demencial. Y que encima ni siquiera los hayan quitado por un ratito, durante la celebración de dicho debate, demuestra que a los dirigentes de TV3, y a una amplia mayoría de sus trabajadores, les importa un pimiento los sentimientos de millones de catalanes que les pagan el sueldo y que consideran que España es su país.

Esos lazos amarillos simbolizan para los secesionistas que en España hay “presos políticos”, y que por lo tanto no es un país democrático, porque se encarcela a personas por sus ideas, no por cometer delitos. Tal insulto es gravísimo, y cualquier democracia avanzada no permitiría estas muestras de propaganda en una televisión pública. Pero en campaña electoral no solo es inadmisible, es delictivo. Demuestra que en TV3 han perdido cualquier pudor a la hora de considerar que este medio de comunicación es sólo “suyo”, del secesionismo más radical, y no de todos los ciudadanos.

El gesto de Álvarez de Toledo y Arrimadas arrancando dichos lazos amarillos demuestra la degradación de lo público en Cataluña. Que la Junta Electoral haya prohibido a los periodistas de TV3 utilizar términos como “presos políticos”, “presidente en el exilio” o “exiliados” es lo mínimo que podían hacer. Por mucho que se quejen los redactores de los informativos, no tienen ninguna razón. Han demostrado su sectarismo en tantas ocasiones que si no fuera por la Junta Electoral los noticiarios serían un inmenso spot electoral al servicio de los partidos secesionistas.

Seguro que a ustedes ya les comienza a aburrir el tema de TV3, y su manipulación constante. No lo hagan, no normalicen con su cansancio el que es uno de los peores escándalos que ha sufrido nuestra democracia. No es un caso más de intervencionismo gubernamental en un medio público. Por mucho que les venga a la mente los casos de TVE, Canal Sur, Telemadrid, ETB, TVG o Canal 9, por poner algunos ejemplos, no tiene nada que ver. En estas cadenas simplemente el Ejecutivo de turno, fuera central o autonómico, sólo buscaba conseguir propaganda gratis, o tapar sus miserias. Por supuestos, estos comportamientos son reprobables, porque la radio o la TV pública sólo tienen sentido si son independientes y al servicio de todos los ciudadanos.

Pero lo de TV3 es algo mucho más siniestro, es una herramienta de ingeniería social, que tiene como fin conseguir que millones de catalanes sientan a España y todo lo español como algo ajeno. Y están haciendo su labor con eficacia. Por eso no hay que cejar en denunciar sus excesos, tanto en España como a nivel internacional.

Porque, por desgracia, los actuales rectores de TV3, espoleados por centenares de trabajadores de la cadena que son cómplices por acción u omisión, no van a cambiar su línea de actuación. En las horas que quedan hasta que este domingo abran las urnas seguiremos sufriendo su sectarismo. Porque la única manera, por desgracia, de garantizar la neutralidad de la cadena de la Generalitat durante un proceso electoral es cerrándola.

Igual esa ha de ser la solución: que durante los días previos a las elecciones en la pantalla de TV3 solo haya un fundido a negro. De lo contrario, seguirán manipulando al electorado catalán, y cada vez que haya un debate en sus estudios los candidatos constitucionalistas tendrán que arrancar la propaganda secesionista que habrá en sus instalaciones.

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